La corporación municipal de Madrid no cuenta con el multimillonario chino Wang Jianlin, propietario del Edificio España, para reformar el entorno en el que se emplaza el emblemático rascacielos capitalino. El Ayuntamiento ha dado el pistoletazo de salida para la remodelación de la Plaza de España con la convocatoria de un concurso de proyectos para determinar el nuevo aspecto del emplazamiento. Un diseño que tendrá que llevarse a cabo sin conocer cuál será el futuro del inmueble, toda vez que las negociaciones entre el holding Wanda y el Ayuntamiento parecen haber entrado de nuevo en vía muerta.
Una muestra más de que los planes del grupo chino pasan a día de hoy por tratar de dar salida al inmueble en el mercado antes que de llegar a un acuerdo con el equipo de la alcaldesa, Manuela Carmena, para su reforma. Aunque el Consistorio ha tratado de vender la idea de que los últimos contactos entre las partes habían sido fructíferos, lo cierto es que, a día de hoy, la diferencia que les sigue separando es la misma que la que dio origen al problema: Wanda sólo contempla la reforma con el derribo de la fachada (o, al menos, de parte de ella) y el Ayuntamiento se niega en redondo a que esto suceda.
Sin esperar a que las negociaciones lleguen a su fin, el Ayuntamiento ya ha aprobado la convocatoria del concurso cuyo resultado definirá el futuro diseño de la Plaza de España.
El jurado designado por el Consistorio realizará una primera selección de cinco proyectos, que recibirán 10.000 euros de premio. Durante una segunda fase se determinará al ganador, cuyo premio rondará los 800.000 euros, una cantidad en la que se incluyen los honorarios por la redacción del proyecto y la asistencia a la dirección de la obra.
Los ciudadanos opinarán sobre el proyecto
Entre los criterios incluidos para la selección del proyecto ganador se incluirá la opinión de los ciudadanos, a los que se consultará sobre las propuestas que pasen a la fase final. También se tendrán en cuenta criterios de tipo técnico, así como de diseño energético, sostenibilidad ambiental, económica y social, calidad arquitectónica y adecuación al entorno y al paisaje urbano.
El Ayuntamiento de Madrid espera recibir las diferentes propuestas hasta los primeros días del próximo mes de septiembre. A partir de entonces comenzará el proceso de selección para dar con el diseño en el que finalmente se basará la nueva imagen de uno de los emplazamientos más emblemáticos de la capital.
Mientras se dan pasos para llevar a cabo la reforma de la Plaza de España, Wanda prosigue jugando a dos barajas, con las líneas abiertas con el Ayuntamiento y, al mismo tiempo, analizando las posibles ofertas para traspasar el inmueble.
El papel de Wanda, borrado del mapa
Tras adquirir el rascacielos, a mediados de 2014, Wanda quiso ser parte activa de la reforma de la Plaza de España, que ya fue planteada por la corporación municipal que dirigía la anterior alcaldesa, Ana Botella. El holding chino estaba incluso dispuesto a financiar parte de la remodelación con el objetivo de que ésta se adecuara a sus intereses, que pasaban sobre todo por la construcción de un parking que diera servicio a los clientes del hotel y a los propietarios de los apartamentos de lujo que pensaba construir en el Edificio España.
Botella también quiso contar con la participación del resto de propietarios de los inmuebles que flanquean la Plaza. Sin embargo, las circunstancias han cambiado.