Eloy Domínguez-Adame, uno de los promotores de Azora, la boutique inmobiliaria más relevante de España, constituida también como gestora de fondos, ha dejado la entidad por jubilación. La entidad estaba fundada, además, por Concha Osácar y Fernando Gumuzio.
La primera, histórica gestora del fondo ladrillero de Banif y el segundo, procedente del mundo de la gestión en BCH. Ambos dejaron sus entidades de origen cuando Santander se hizo con ellas. Adame, por su lado, era consejero delegado de la constructora Dragados, (también en poder de Santander en los últimos tiempos) pero la dejó tras un intento de fusión fallido con ACS. Posteriormente, Emilio Botín vendió Dragados a la empresa que preside Florentino Pérez.
Así, esta selecta boutique inmobiliaria está fundada por ejecutivos defenestrados por Botín, algo habitual ya que en aquellos tiempos posteriores a la fusión entre el Santander y el BCH los rojos (Santander) laminaron literalmente a los azules (BCH). El pasado año se incorporó al grupo un ejecutivo como Juan del Rivero.
La entidad no ha contestado a las preguntas de Vozpópuli sobre si el ejecutivo, presidente, por ejemplo, de la mega sociedad Lazora SII hasta hace poco tiempo, se ha desvinculado societariamente de Azora.
Esta sociedad, dedicada principalmente al alquiler de vivienda en la periferia (con mención especial a la protección oficial), tiene entre sus inversores a BBVA, Sabadell, Telefónica a través de Fonditel, Manuel Jove y su holding Inveravante, etcétera.
Azora consiguió fuertes inversiones por parte de las cajas de ahorros, a través de los planes de pensiones de empleados principalmente. Sus buenas relaciones con los sindicatos y la inversión en vivienda protegida fueron algunas de las claves para ese apoyo financiero.
