Julio ha sido un mes excepcionalmente bueno para España en lo económico, dentro del contexto de grave crisis que asola tanto a las economías desarrolladas como a las periféricas. Sin embargo, más allá de destacar el repunte de las Bolsas y la bajada de la rentabilidad de la deuda, es preciso destacar que el dinero está entrando en la economía: la renta variable ha subido no sólo por rebotes técnicos, sino con fuerte aumento de la contratación. Lo mismo ocurre con los fondos de inversión y de los depósitos. Algo que no ha tenido especial relevancia por la inestabilidad parlamentaria que reina en el país.
Ayer mismo, Bolsas y Mercados Españoles (BME), informó que “la Bolsa española ha negociado en Renta Variable durante el mes de julio 73.361 millones de euros, el mayor volumen registrado en los últimos 21 meses, un 3,1% más que en julio del pasado año y un 25,4% superior al contabilizado en junio 2013.”
No es una tendencia de larga duración, ya que “durante los siete primeros meses del año, el volumen efectivo acumulado se ha situado en 399.824 millones de euros, con un descenso del 10,5% sobre igual período de 2012.”
Las de julio son las mejores cifras de contratación bursátil desde noviembre de 2011. Algo parecido ocurre con los fondos de inversión: tal como informó Vozpópuli, el pasado ha sido el mejor mes en mucho tiempo, con un incremento que ronda los 4.000 millones de euros, datos que corroboraron ayer mismo entidades como Ahorro Corporación o la patronal de la inversión colectiva Inverco.
Esto ya no significa lisa y llanamente que el dinero esté llegando procedente de los depósitos bancarios, ya que en el pasado mes también experimentaron un importante incremento, hasta llegar a compensar la sangría producida tras la intervención de Bankia, hace algo más de 12 meses.
El paro, también
Así las cosas, este jueves el presidente del Gobierno anunció una nueva mejoría de las cifras de empleo en julio, que ni mucho menos son un alivio global, pero que supone la quinta caída consecutiva de las cifras de desempleo.
Así, no es extraño que el saldo por cuenta corriente continúe mejorando. Las recientes cifras arrojaron un dato esperanzador, debido sobre todo a la balanza comercial y en menor medida, al saldo de servicios y rentas. Pero el proceso de repatriación de capital hacia España, producto de la amnistía fiscal y la obligatoriedad de declaración de bienes en el extranjero se está dejando ver.
Queda por ver el efecto que tendrá el turismo este verano sobre la economía, ya que se prevé que fije nuevos máximos, algo sobre lo que ya han alertado los principales bancos de inversión del mundo. Por cierto, muchos brokers hace tiempo que llevan alertando sobre el desperezamiento económico español.
Sin euforia, alertando sobre cuestiones determinantes como el elevado paro, el déficit público o la necesidad de más reformas, sobre todo en materia de administraciones públicas y banca. Queda un largo y durísimo trecho para salir de la crisis, pero julio ha sido un mes excelente. Por los buenos datos y porque está entrando dinero en España. Habrá que ver si eso se traduce en crédito e inversión a corto plazo.