"Es difícil de entender". "Ellos no pueden hacer esto". "Estamos en campaña y necesitan robar votos a los antibancos". "Es un Gobierno progresista y si no levanta la voz parece que está apoyando una medida antisocial como son los ERE". "Me parece todo muy poco argumentado". Así ha reaccionado el sector financiero a los ataques que ha vertido el Gobierno sobre la banca a raíz de darse a conocer los expedientes de regulación de empleo (ERE) de Caixabank y BBVA en los que se verán afectados más de 12.000 trabajadores.
Y es que en los últimos días son muchos los ministros que han salido a criticar los duros recortes de plantilla que preparan las principales entidades españolas mientras los sueldos de los altos ejecutivos "permanecen intactos". Afirmación que niegan rotundamente fuentes del sector, que recuerdan que este año de pandemia son muchos los primeros espadas los que han renunciado al bonus e incluso se han reducido sus salarios.
En este sentido, cabe destacar que BBVA aplicó un recorté del 63% en la retribución variable a sus altos cargos este año; Sabadell ha rebajado un 59%, Bankinter, un 35%; Caixabank, un 26% y Santander, un 19%.
La vicepresidenta segunda del Ejecutivo y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha sido la que ha liderado la crítica contra el sector de manera pública y también en conversaciones privadas. La Agencia Reuters asegura que Calviño ha instado al Banco de España a encontrar formas de controlar los salarios de los principales banqueros, ya que la mayoría de las entidades financieras del país están impulsando macroprocesos de reestructuración.
Los puentes siguen tendidos pero tienen que robar votos
Las fuentes financieras consultadas por este medio señalan que el supervisor español no tiene poder suficiente para acometer esta reforma y recuerdan que los salarios de la banca, que son entidades privadas, están regulados y los sueldos los fija un comité de remuneración y se aprueban en Junta. "Si hubiera alguna entidad intervenida podría hacer algo, pero no es el caso", explican.
Sea como fuere, el Gobierno no tiene poder para controlar los salarios de entidades privadas y tampoco el Banco de España. En todo caso sería el Banco Central Europeo (BCE) o la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) los que podrían actuar. Y de momento el Gobierno no se ha puesto en contacto con ninguno de estos dos organismos, confirman fuentes solventes a Vozpópuli. De hecho, la EBA ya pidió a los bancos que revisaran sus políticas de remuneración conforme al riesgo que supone la pandemia.
Asimismo, las fuentes consultadas recalcan que el Ejecutivo tuvo la oportunidad de votar en contra de la remuneración de los directivos de Bankia, ahora Caixabank, y no lo hicieron. El sector también cree que estos ataques desaparecerán una vez acabe la campaña para las elecciones a la Comunidad de Madrid. "Los puentes siguen tendidos pero tienen que robar votos", lamentan.
La banca como maniobra de distracción
Por otro lado, hay voces que señalan a que esto se trata de una maniobra de distracción para alejar el foco del ERE de Caixabank para 8.291 empleados, uno de los más grandes de la historia de la banca española. "Para que no se hable de esto disparan a todos", apuntan las fuentes consultadas, que recalcan que "los sueldos los marca el mercado".
La banca cree que "nada es casual", ya que estos ataquen llegan en un momento de presentación de resultados en donde los periodistas preguntarán ahora a todos los presidentes y consejeros delegados sobre la remuneración, de forma que se aleja el foco de los despidos y se centra en los salarios de las cúpulas.
Las críticas del Gobierno
La cruzada del Gobierno contra la banca comenzó este miércoles, un día después de que Caixabank anunciara a los sindicato el ERE tras la fusión con Bankia. Nadia Calviño cargó duramente contra este ajuste y calificó de "inaceptable los altos sueldos y bonus pagados a directivos de las entidades".
"Se trata de unas remuneraciones que no se corresponden en absoluto con la situación económica de nuestro país, y menos aún en entidades que están anunciando fuertes recortes de personal y cierre de oficinas", alegó la vicepresidenta segunda del Ejecutivo.
No teniendo suficiente con esto, la representante del Estado señaló en una videoconferencia con corresponsales extranjeros que, bajo su criterio, "los salarios y las bonificaciones de los ejecutivos bancarios deben estar alineados con la evolución de la industria y la economía en su conjunto", recoge Reuters.
Siguiendo con el discurso, Calviño habría adelantado en esa misma conferencia que esta "preocupación" ya se habría expresado al Banco de España. "Vamos a utilizar los instrumentos a nuestra disposición para tratar de encauzar este proceso de la manera que sea lo mejor posible para la evolución económica".
Escrivá y Díaz
A las duras críticas de la ministra de Economía se han sumado este jueves el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, y la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
El primero de ellos puso el foco en Caixabank y BBVA al afirmar que ambas entidades deberían tener en cuenta las ayudas públicas que recibieron en la anterior crisis financiera antes de acometer un ERE.
"Los dirigentes de las instituciones financieras deben ser conscientes de hasta qué punto se ha protegido al sector para evitar males mayores, y en esta situación esa reflexión me parece particularmente relevante", recalcó el ministro en rueda de prensa.
El que fuera presidente de la Airef confía en que estos ERE sean los últimos que se producen en el marco de un modelo antiguo de ajustes de empleo, que debe transformarse y dar paso a mecanismos de flexibilidad interna inspirados en los actuales expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).
Por otro lado, Yolanda Díaz señaló que "no son tiempos" para "planteamientos" como los despidos anunciados durante las últimas semanas por varios bancos y recalcó que "todo el mundo debe remar en una única dirección" para garantizar el "mantenimiento del empleo".
La ministra también salió a hablar en nombre de Unidas Podemos y recordó que dicho partido ya anticipó "ciertos riesgos en la fusión de Bankia con Caixabank que tienen que ver con el empleo y que lamentablemente estos días se daban a conocer".