Ya no hay peros que valgan para el Gobierno de Pedro Sánchez. Ya ha hablado la banca, ya ha hablado Bruselas y también lo ha hecho el Banco Central Europeo (BCE). Ahora las decisiones las tiene que tomar el ministerio que dirige la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, y tienen que ser inmediatas.
Los bancos critican que en esta situación de crisis el Gobierno haya decidido esperar hasta el próximo martes -tras el Consejo de Ministros- para desgranar los pormenores de las garantías públicas, y más teniendo en cuenta que las 'reglas del juego' ya se conocen.
El último en hablar ha sido el BCE y ha dejado claro que las entidades gozarán de total flexibilidad para prestar cuanto dinero sea necesario. Y se habla de cifras nada desdeñable pues el organismo que dirige Christine Lagarde cifra en 1,8 billones de euros el capital que tendrá que prestar la banca europea para no dejar caer a la economía del Viejo Continente.
Volviendo al caso de España, las entidades de este país ya están presionando al Ejecutivo para que tome una decisión inminente con los avales. "Lo importante ahora es que el Gobierno actúe ya y cuantas más garantías ponga, mejor", señala uno de los principales bancos de este país.
Una consigna que se repite mucho en en el sector, reconocen desde otras entidades, que añaden que ahora lo importante es ver cómo y cuándo se empezará a prestar ese dinero. “Se están haciendo cosas, pero no se puede movilizar lo más importante [la liquidez] hasta que el Gobierno no tome una decisión con las garantías", explican fuentes del sector.
Los bancos esperan que el Gobierno de unos avales sobre el 80% de los créditos, aunque lo más seguro es que esta cifra sea inferior. Además, si se toman al pie de la letra las palabras de Pedro Sánchez, las entidades financieras tendrán que hacer frente al 50% del riesgo -en el caso de que sea necesario dar 200.000 millones de euros a pymes y empresas- o al 66% si tomamos como buena la cifra de 150.000 millones de euros.
Por el momento, esta guerra la está ganando el sector financiero. El Ministerio de Economía abogaba en un principio por sólo otorgar avales por 20.000 millones de euros. Más tarde esa cifra aumentó hasta los 50.000 millones, hasta llegar a los 100.000 millones acordados entre ambas partes.
Tal y como ya explicamos en este medio, el Ejecutivo no podía por sí solo asegurar a los bancos cierta flexibilidad en la parte del crédito que no se cubra con las garantías públicas. Era el propio BCE el que tenía que dar el visto bueno a esta medida y finalmente a resuelto a favor de los bancos. Una decisión que dentro del sector ha sentado muy bien, pero que se daba por hecho. "Si el BCE no hacía esto no podríamos haber prestado todo el dinero que hace falta", reconocen fuentes financieras.
En concreto, el supervisor europeo ha decidido extender a los préstamos con avales públicos el trato preferencial previsto en la "Guía para préstamos dudosos garantizados o asegurados por las agencias oficiales de crédito a la exportación". Esto significa que los bancos tendrán una cobertura mínima del 0% durante los primeros siete años del recuento del préstamo.
Moratoria de hipotecas
Otra gran batalla ganada ha sido la de la moratoria de las hipotecas. Las entidades que se vean afectadas no tendrán que provisionar ni un solo euro por este motivo. El Banco de España entenderá estos impagos como plazos congelados y así no se tendrá que reclasificar estos créditos como dudosos.
No obstante, esta medida sólo servirá para aquellos créditos que se han dejado de pagar por culpa del coronavirus. Para ello, cada banco tendrá que enviar caso a caso al supervisor dirigido por Pablo Hernández de Cos, que será el encargado de vigilar que no se cuela ningún crédito fallido anterior al estado de alarma.