Banca

El ajuste interminable de la banca: 28.000 oficinas cerradas y 112.000 despidos en 15 años

Si triunfa la opa de BBVA al Sabadell, la red de sucursales bancarias estaría cerca de romper mínimos de 1975, cuando arrancan las estadísticas del Banco de España.

  • Una mujer pasa por una oficina bancaria de BBVA en Madrid.

Una reconversión sin precedentes y sin visos de acabar. El sistema bancario español ha sufrido una auténtica revolución desde la crisis de 2008 con cierres de oficinas y despidos masivos, que pueden ir a más si triunfa la opa hostil de BBVA para comprar el Sabadell. En los últimos 15 años, las entidades han clausurado 28.000 oficinas y han recortado la plantilla en 112.000 empleados tras varias fusiones y numerosos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE).

En su intento de convencer al Gobierno para que no bloquee la operación, Carlos Torres, presidente de BBVA, ha prometido que los ahorros por integrar el cuarto banco más grande de España no se concentrarán en la plantilla y el grueso procederá de los costes fijos en tecnología. Pero cualquier pequeño ajuste en oficinas dejará la red de sucursales bancarias en España bajo mínimos: en niveles de 1974, fecha en la que arrancan las estadísticas del Banco de España.

A cierre del primer trimestre, según las últimas cuentas presentadas, BBVA y Sabadell suman 3.084 oficinas. El banco de La Vela estima unos ahorros de 850 millones de euros antes de impuestos, pero que se pueden poner en riesgo tras el movimiento hostil. Se calcula que tendría que cerrar centenares de oficinas y recortar miles de empleos para conseguir este objetivo.

En un reciente estudio, Funcas, el  think tank de la patronal de las antiguas cajas de ahorros, pone de manifiesto cómo las fusiones de las últimas décadas han reducido considerablemente el mapa bancario. La gran revolución el sector financiero se intensificó desde 1990.

Mapa bancario en mínimos

En las dos décadas anteriores ya se habían producido algunos procesos de concentración que, tras una importante crisis crediticia, se fue acelerando. Con la crisis financiera de 2008, la reducción posterior en el número de entidades fue ya particularmente intensa.

"Tenemos una enorme preocupación por la situación de competencia o de enorme concentración que hay ahora mismo en el sistema financiero español y esto tiene repercusiones", esgrime Carlos Cuerpo para defender el veto de Moncloa a la opa de BBVA.

Desde 1993 a 2023 el número de bancos españoles pasó de 262 a 109, una reducción del 58,4%. De estos, sólo diez se consideran con el suficiente tamaño como para influir en el mercado.

Las integraciones han sido el gran detonador de la sangría de empleos y la clausura de oficinas bancarias. Tras treinta años contando con una fuerza laboral en el entorno de un cuarto de millón de trabajadores, la crisis financiera de 2008 impuso un ajuste desde 270.085 trabajadores en ese año hasta los 158.217 de 2022, último registro disponible. En la última gran fusión, la de CaixaBank y Bankia, se aplicó un ERE que afectó a 6.452 empleados.  

Cierre incesante de oficinas

En cuanto a la red de oficinas, con la liberalización se convirtieron en un elemento de competencia territorial y su número fue aumentando de forma muy considerable. Mientras que en 1974 se contaba con 15.311 oficinas operativas, según datos de Funcas, en 2008 se había llegado a 45.662 y, a partir de ahí, el proceso de ajuste poscrisis y el avance de la digitalización han ido reduciendo este número hasta las 17.603 sucursales de 2023. En 1974 había 15.311 sucursales.

Carlos Cuerpo, Josep Oliu y Carlos Torres (de espaldas).Europa Press

Precisamente, la excesiva concentración del sector bancario es el principal argumento que ha puesto Moncloa encima de la mesa para oponerse de manera frontal a la opa hostil de BBVA. “Hemos sido muy claros en cuanto a nuestro rechazo de la operación, sobre todo en base a nuestra enorme preocupación por la situación de competencia o de enorme concentración que hay ahora mismo en el sistema financiero español y esto tiene repercusiones”, justifica reiteradamente Carlos Cuerpo, ministro de Economía.

El Gobierno tiene la última palabra para la integración. En caso de que la opa triunfe, siempre que la mayoría de los accionistas del Sabadell acepten la oferta de canje, el Ministerio de Economía tiene que autorizar la operación. Si acaba oponiéndose, se abriría un escenario poco usual en el que BBVA tendrá el control del Sabadell pero deberá operar como marcas distintas.

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