Banco Santander y los sindicatos procederán a firmar este martes el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la entidad aplicará para integrar sus servicios centrales en España con los de Banco Popular, un proceso que implicará la salida de 1.100 empleados mediante prejubilaciones y bajas incentivadas.
Después de más de un mes de negociaciones, ambas partes alcanzaron un principio de acuerdo después de que el banco cántabro accediese a rebajar en un 30% el número de bajas contempladas en el proceso y mejorase las condiciones económicas del mismo.
De hecho, Santander ofrece salidas con el 80% del salario a los empleados que superen los 50 años de edad, así como diversas primas en función de la antigüedad de cada trabajador. Para los menores de 50 años, el banco ofrece 40 días por año con un límite de 24 mensualidades más dos primas en función de los años que lleven trabajando en la entidad.
También se contempla la recolocación de 575 empleados de los servicios centrales de Popular en otras empresas del Grupo Santander, principalmente en el área de Tecnología, y el acoplamiento de otros 100 trabajadores en la red comercial de ambas entidades. Por su parte, 22 empleados de Santander España serán recolocados en otras empresas del grupo.
De este modo, sumando salidas y recolocaciones, el proceso de integración supondrá una reducción de plantilla del 25%, aproximadamente, en los servicios centrales de Santander y Popular tras la adquisición de esta última a principios de junio al precio simbólico de un euro.
Además, la consultora Lee Hecht Harrison, contratada por Santander en el marco del proceso, se ha comprometido a recolocar al 80% de los trabajadores que salgan de la entidad y deseen seguir trabajando en el plazo de 12 meses, tanto en España como en el extranjero, según el deseo de los interesados.
Por el momento, la red comercial de ambas entidades no se ve afectada en el marco del ERE, pues su integración no se prevé hasta el año 2019, una vez culminada la integración tecnológica.