Bankinter se encamina a batir su beneficio récord en 2023. El banco ha obtenido un beneficio neto de 418 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone un aumento del 54% respecto al mismo periodo de un año antes. Y eso que en el primer trimestre cargó contra las cuentas el impuesto al completo, por el que pagó 77,5 millones.
La cuenta de resultados se impulsó en la buena evolución del margen de intereses, que mide el negocio típico y que se disparó un 60%, tras superar la barrera de los 1.000 millones. Esta partida se benefició principalmente de las subidas históricas de los tipos de interés hasta el 4% y, según explica la entidad, de "un mayor impulso en la captación de negocio y clientes".
La rentabilidad sobre recursos propios, conocida como ROE, se incrementó más de cinco puntos porcentuales y se sitúa en el 15,5%, entre las mejores del sector bancario español. En cuanto a la morosidad, se mantiene a raya en el 2,2%, casi inalterada respecto al primer semestre de 2022 (2,1%).
Más provisiones
Pese a tener contenida la tasa de impagos, Bankinter aumentó un 24% las provisiones para cubrir el riesgo, lo que le permitió reforzar la tasa de cobertura al 66%, 1,6 puntos porcentuales más.
La cruzada del Banco Central Europeo (BCE) contra la inflación está provocando una caída de la concesión de hipotecas por los tipos altos. Bankinter detecta el cambio de tendencia en el mercado inmobiliario y registró un desplome del 16% en la producción hipotecaria en el primer semestre.
"La nueva producción hipotecaria generada en este primer semestre del año, 2.900 millones de euros, se ha visto afectada por las debilidades del mercado inmobiliario y el incremento de los tipos", explica el banco.