La batalla de poder en Unicaja vuelve a saltar las fronteras hasta Frankfort. La Fundación Unicaja, que controla un 30% del banco tras la fusión con Liberbank, ha dado luz verde a la sustitución de sus cuatro consejeros dominicales para borrar la huella de Braulio Medel. Este movimiento ha encendido las alarmas en el Banco Central Europeo (BCE), que ya emplazó al máximo accionista de la entidad a proponer los cambios en la junta ordinaria de marzo, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.

De esta forma, se ha consumado la amenaza de la Fundación Unicaja, que quiere tener consejeros afines en el diseño de la cúpula que debe cerrar antes de julio como compromiso con el supervisor único y que fue clave para desencallar las negociaciones de la fusión. El actual presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, tiene menos de un año para dejar las funciones ejecutivas y el consejero delegado, Manuel Menéndez, debe 'convencer' al consejo para conservar su puesto como consejero delegado reforzado.

El banco enviará al supervisor en las próximas semanas, antes del 31 de enero, el plan de sucesión, en el que pueden aparecer otros candidatos a presidente además de Azuaga, según fuentes próximas a la entidad. La Fundación Unicaja respalda al actual presidente de Unicaja, que tras dejar las funciones ejecutivas tendría que ser elegido nuevamente con un cargo puramente institucional.

De momento, la Fundación Unicaja redobla el pulso contra sus cuatro consejeros, cuya sustitución frenó el BCE recientemente para blindar la reputación de la entidad. Los cuatro consejeros dominicales en cuestión son Teresa Sáez, Petra Mateos-Aparicio, Manuel Muela y Juan Fraile. Todos ellos, cercanos a Braulio Medel, fueron reelegidos a finales de marzo por otros tres años.

Plan de gobernanza

La intención del nuevo presidente, José Manuel Domínguez, es borrar la huella de Medel, como puso de manifiesto al tomar el mando con el inicio de una investigación sobre la labor de los consejeros en cuestión. La Fundación también diseñará un plan de gobernanza para alejarse del modelo paternalista de Medel y marcar diferencias respecto a su gestión, según fuentes financieras.

Todos los movimientos del principal accionista de Unicaja se siguen de cerca desde Frankfurt. El BCE mantiene una estrecha vigilancia sobre la gobernanza en Unicaja para proteger la estabilidad del negocio.

La crisis de gobernanza del banco movió los cimientos del organismo con sede en Frankfurt, que empujó hasta el último momento para que Unicaja y Liberbank crearán el quinto banco español por activos. El cisma en la cúpula se originó cuando la familia Domínguez, propietaria de la empresa textil Mayoral, pidió entrar en el consejo tras la integración. Esta familia controla alrededor del 8% del capital, pero el cupo de 15 sillas en el máximo órgano de gobierno estaba completo.

La batalla de poder propició la dimisión de Braulio Medel de la Fundación Unicaja. El histórico banquero fue uno de los que más defendió la fusión, a la que se opusieron desde un primer momento los ejecutivos de Unicaja. De hecho, hubo un intento fallido de unión en 2018 por desavenencias en el reparto de poder y que solo las malas previsiones para el negocio bancario por el Covid 19 lograron desatascar.