El Banco Central Europeo (BCE) desembarca en Málaga. Un equipo del supervisor único se reunirá en privado antes de fin de mes, probablemente la próxima semana, con la cúpula de Unicaja. Entre los temas a tratar se da por hecho que estará sobre la mesa la posible sucesión de Manuel Azuaga, presidente del banco que a finales de septiembre cedió todos los poderes ejecutivos al nuevo consejero delegado, según distintas fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
Fuentes oficiales del BCE y de Unicaja no hicieron comentarios al respecto. Tras dejar sus funciones ejecutivas, como pedía el supervisor, el presidente de Unicaja, de 76 años, se mantiene como consejero externo en el máximo órgano de gobierno.
Su mandato expira en abril de 2025, después de ser reelegido en la junta de 2022. Pero el banquero ya ha transmitido al supervisor que dará un paso atrás en el primer trimestre de 2024, como publicó El Confidencial.
Para activar su sucesión y cumplir con estos plazos, Azuaga tendría que comunicarlo de forma oficial en uno de los dos consejos ordinarios que quedan antes de que acabe el año: este viernes o el 15 de diciembre. De esta forma, el reemplazo del presidente se consumaría en la junta ordinaria de accionistas en la primavera de 2024, según indican fuentes próximas al supervisor.
Dudas sobre las intenciones de Azuaga
En plena batalla de poder tras la fusión con Liberbank, Azuaga, que fue nombrado presidente ejecutivo en junio de 2016, transmitía a su círculo más cercano que no tenía intención de agotar su mandato como consejero, según fuentes internas de Unicaja. Aunque algunas fuentes próximas a la entidad no se terminaban de creer el paso atrás del presidente, que ya había amagado en varias ocasiones con ceder su sillón.
La visita del BCE a Málaga no es expresamente por la sucesión de Azuaga. Hay varios temas de auditoría sobre la mesa, por ejemplo, aunque se da por hecho que el supervisor querrá conocer de primera mano los planes del presidente sobre su posible salida, según distintas fuentes al tanto de la reunión.
Está previsto que a la cita acuda Isidro Rubiales, mano derecha de Azuaga que sustituyó este verano a Manuel Menéndez, exconsejero delegado de Liberbank. No se descarta que en la misma esté presente también el presidente.
Investigación sobre una posible brecha de seguridad
La reunión con el BCE llega en medio de las dudas sobre una posible brecha de seguridad tras la integración tecnológica de Liberbank y que provocó fraudes masivos a clientes. Como publicó este medio, el caso ya está encima de la mesa de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), que investiga si efectivamente se produjo una fuga de información confidencial tras la integración.
La batalla de poder que culminó con la salida de Menéndez tuvo consecuencias para el negocio del banco, que ha perdido cerca de 18.000 millones en activos en un año. Esta reducción de balance equivale al 37% del tamaño que aportó Liberbank tras la fusión en 2021.
"Tomás Olivo ha aprovechado los cambios en el capital tras la sustitución de Menéndez para reforzar su participación por encima del 9%. Busca un consejero que cumpla con el BCE para solicitar su entrada en el consejo
Tras el cese de Menéndez y el fin de la batalla de poder en favor del bando andaluz, la entidad ha vivido una auténtica revolución en su capital. El principal movimiento fue la salida del fondo Oceanwood, que fue el gran impulsor de la fusión con Liberbank y que tenía un asiento en el consejo, al que acompañó meses después el empresario mexicano Ernesto Tinajero, muy cercano a Menéndez y que se desprendió también de toda su participación.
Tomás Olivo, conocido como el rey de los centros comerciales y una de las mayores fortunas de España, aprovechó la salida de Tinajero para comprar otro 2% más de Unicaja y reforzar su posición por encima del 9%. Ahora, busca un consejero que tenga el aval del BCE para pedir su entrada en el máximo órgano de gobierno.