El Banco Central Europeo (BCE) empuja para protagonizar un baile de fusiones paneuropeas. El imparable ciclo de subidas de tipos, hasta máximos de 22 años, está impulsando la rentabilidad y la fortaleza de capital de los bancos a niveles no vistos desde la crisis financiera de 2008. Pero el organismo monetario presiona para que las entidades pongan encima de la mesa las fusiones a nivel europeo como vía para obtener mayores ingresos.
Este es uno de las principales mensajes que lanzó Andrea Enria, jefe de supervisión del BCE, en un foro financiero celebrado el pasado miércoles en Milán, como trasladan a Vozpópuli fuentes financieras.
Enria, que será sustituido el próximo año por la alemana Claudia Buch, puso de manifiesto que las fusiones bancarias se están centrado en los mercados domésticos. En España, sin ir más lejos, se produjeron dos 'bodas' en la era Covid: la de Bankia con CaixaBank y la de Liberbank con Unicaja.
"Los bancos han favorecido el pago de dividendos sobre las inversiones y la diversificación de fuentes de ingresos", dijo Andrea Enria en un foro financiero en Milán esta semana
Aunque, como alertó el jefe de supervisión del BCE sin citar a ningún país concreto, los sistemas financieros cada vez están "más cerrados". En España, el mapa bancario se ha reducido de casi el medio centenar de entidades de 2008 a menos de una decena.
"Hasta ahora, los bancos han favorecieron el pago de dividendos sobre las inversiones en crecimiento y la diversificación de sus fuentes de ingresos. Pero las fusiones transfronterizas podrían volver a estar en la agenda con una mayor rentabilidad y mejores valoraciones bursátiles", defendió el banquero italiano ante los asistentes al foro de Milán. Y quiso dejar claro que esta es la gran asignatura pendiente de la zona euro respecto a otras zonas geográficas.
Santander y BBVA mejoran el dividendo
Precisamente, tanto Banco Santander como BBVA acaban de anunciar a los inversores sus políticas de retribución a los accionistas para 2023. En el primer caso, la entidad ha elevado el 'pay out' (porcentaje del beneficio destinado a dividendos) del 40% al 50%, que se repartirá a través de un dividendo en efectivo y una recompra de títulos.
BBVA, por su parte, también distribuirá entre sus accionistas en torno al 50% de las ganancias del ejercicio, con el mayor dividendo a cuenta de su historia en efectivo. En el último boletín económico, el supervisor único también ha alertado de que las entidades europeas sacrifican la concesión de crédito para mejorar el pago a los accionistas.
Retraso en la remuneración de los depósitos
Las diez subidas consecutivas del precio del dinero desde julio de 2022 están aumentado de forma considerable los ingresos de los bancos, con beneficios récord. Pero la trasmisión de la política monetaria se está retrasando en el pago de los depósitos a los clientes particulares. "El actual ciclo de subidas se caracteriza por una transmisión más lenta a las tasas de depósito en relación con ciclos pasados", incidió el jefe de supervisión de la autoridad monetaria.
Eso sí, el banquero italiano advirtió ante los financieros que la solución para que las entidades remuneren más el ahorro no pasa por limitar las hipotecas o crear impuestos extraordinarios, como en España e Italia. En España, la guerra del pasivo parece que coge fuerza, sobre todo con la entrada de CaixaBank. El banco, participado al 17% por el Estado como herencia de la compra de Bankia, lanzó a inicios de septiembre un depósito a doce meses que ofrece hasta un 2% de rentabilidad a partir de 5.000 euros.
La escasa remuneración y la presión del IPC (que volvió a repuntar al 3,5% en septiembre) están provocando que las familias españolas retiren sus ahorros de los depósitos. En agosto, según los últimos datos del Banco de España, los hogares los redujeron en 3.300 millones de euros. Ya han sacado más de 22.800 millones de esta 'hucha' en lo que va de año.