Banca

Calviño contiene los ataques de Podemos contra la banca para ganar peso en el BCE

El Gobierno tendrá que hacer de apagafuegos en los próximos meses para impulsar a un candidato español como jefe de supervisión. La carrera se recrudecerá antes del verano, con la subgobernadora en las quinielas

  • La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Un dique de contención. Nadia Calviño, vicepresidenta económica, reforzará en los próximos meses su papel como contrapeso a los ataques a los bancos de los socios del Gobierno de coalición. El objetivo: colocar a un español como jefe de supervisión del Banco Central Europeo (BCE). Y para ello se esforzará en frenar las embestidas continuas de Podemos, personificadas en la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, al sector financiero y dejar claro ante el supervisor único que el ruido mediático sobre las hipotecas es sólo un arma electoral, tal y como trasladan a Vozpópuli fuentes conocedoras de los contactos con el BCE.

El choque entre Calviño y Díaz es evidente. Las diferencias de criterios se volvieron a poner encima de la mesa a inicios de febrero. Los resultados récord de los grandes bancos por las subidas de los tipos de interés llevaron otra vez al centro del debate público a las hipotecas. Con el euribor por encima del 3% y las cuotas subiendo unos 250 euros al mes, Yolanda Díaz proponía congelar las hipotecas variables.

“La crisis no puede ser una excusa más para ganar más. Congelar hipotecas, moderar beneficios”, exponía la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en sus redes sociales el 1 de febrero, el mismo día en el que BBVA declaraba unas ganancias históricas de 6.420 millones, un 38% más.

Calviño tiene buena imagen y contactos en Bruselas y Francfort, y no cruzará líneas rojas para impulsar un candidato como jefe de supervisión del BCE", señalan fuentes financieras

Calviño rápidamente desechó el plan de Díaz al advertir de que “no se puede poner en marcha de forma estructural”. El cruce de declaraciones a cuenta de las hipotecas se produjo menos de tres meses después de que la vicepresidenta económica forzara un pacto con los bancos a última hora para contener las pretensiones del ala dura del Gobierno. Un acuerdo al que los banqueros se resistieron desde el inicio por considerar que la situación no es grave y que no llegará al millón prometido por el Ejecutivo.

Puesto clave en el supervisor

El puesto clave en el BCE es el que ostenta ahora mismo Andrea Enria. El italiano tendrá que dejar su cargo como jefe de supervisión a finales de año, pero la carrera de los países de la zona euro para posicionar a sus candidatos se concentrará entre abril y junio, como indican las fuentes consultadas. De hecho, en el seno del supervisor único se quiere tener claro al sucesor antes de las vacaciones de verano, aunque el candidato seleccionado no se comunique hasta más tarde.

En el sector se considera que la actual subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, tiene altas probabilidades de suceder a Enria, lo que sería una buena noticia para el sector bancario en plenos ataques de Podemos y ante la incertidumbre de lo que ocurrirá en las elecciones generales, previstas para diciembre. “Para España es crucial ganar peso en el BCE y Calviño lo sabe. Hará todo lo que pueda para minimizar las críticas de Yolanda Díaz y Podemos”, indica un alto directivo en contacto permanente con Francfort, sede del BCE.

Francfort mira con recelo las críticas a los bancos

Los ataques contra la banca y las dudas sobre el funcionamiento del mercado hipotecario no gustan en el seno del supervisor único, que sigue con recelo el cruce de declaraciones entre el Gobierno y las amenazas de más intervención. “Calviño no va a pasar líneas rojas ahora”, indican las fuentes consultadas, que recuerdan que la elección de Calviño como ministra de Economía y su ascenso como vicepresidenta se usó por parte de Pedro Sánchez como un muro de contención contra Podemos. Ahora bien, el choque con el BCE por el impuestazo ha levantado ampollas en Francfort y ha extendido las dudas sobre la política económica.

“Pero Calviño sigue siendo bien vista en Bruselas y Francfort. Tiene muy buena imagen y contactos que se labró durante su etapa profesional anterior al Gobierno”, insisten en destacar las fuentes.

La vicepresidenta económica fue la directora general encargada del Presupuesto en la Comisión de la UE entre 2014 y 2018. Y anteriormente ocupó otros cargos de alta dirección en la Comisión Europea, como subdirectora general, con una responsabilidad especial sobre los servicios financieros y subdirectora general en la Dirección General de Competencia, con una responsabilidad especial sobre las fusiones y la defensa de la competencia, incluidos los cárteles.

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