El presidente de BBVA pone el grito en el cielo por la mala reputación de la banca y “la demonización” que está sufriendo por parte de la prensa y la sociedad. Para Francisco González el mayor reflejo son las cláusulas suelo, por las que la entidad ha provisionado 577 millones a pesar de ser “un banco ejemplar al que le han cambiado las reglas de juego”. Esta provisión afectará al bonus de la plantilla, ha explicado.
El banquero español ha reconocido que el impacto tope de las cláusulas suelo es mayor, de 1.200 millones, pero ha decidido provisionar menos de la mitad tras el análisis realizado por tres firmas independientes. Se podrían quedar fuera clientes morosos o que hayan refinanciado su hipoteca. “Me gustaría ser Papa Noel todas las mañanas, pero no puedo. Vamos a hacer las cosas bien, para accionistas y clientes”, ha señalado González.
El ejecutivo ha explicado que la entidad va a esperar a que el Supremo se pronuncie sobre la sentencia de Luxemburgo antes de devolver el dinero a sus clientes.
González ha advertido de que todas estas polémicas subirán el precio de las nuevas hipotecas. Sobre la reforma hipotecaria, ‘ha apuntado que “ojalá nos hubieran dicho hace diez años cual era la transparencia que teníamos que aplicar y y no estuviéramos en lo que estamos”.
Sobre la llegada de Trump, considera que sus primeros anuncios están alejados de lo que debería transmitir un presidente de EEUU, aunque cree que “Estados Unidos y México están condenados a entenderse”. “Este fin de semana ha habido un ruido brutal en contra de Trump, eso hará que reflexione. Llevar un país no es lo mismo que llevar una compañía”, ha apuntado.
Además, ha apuntado que mirarán Popular y BMN si se “cruzan en su camino” y ha dicho que Bankia no puede compararse con BBVA en digitalizaciñon, “son dos mundos distintos”.
Otra de las dotaciones extraordinarias ha sido la de 136 millones por la venta de activos inmobiliarios de final de año y el impacto del Anejo IX del Banco de España. Aun así, el consejero delegado, Carlos Torres, ha explicado que al ritmo actual se quitaría todo el ladrillo de su balance en tres años.
González y Torres han hecho estas declaraciones tras presentar los resultados de 2016 del banco, año en el que BBVA ha mejorado su beneficio un 31,5%, hasta 3.475 millones, el más alto desde 2010; y han anunciado la vuelta al dividendo 100% en efectivo. Pero el banco podría haber ganado mucho más, ya que se esperaba un resultado de entre 3.800 y 4.000 millones.
González también ha defendido su liderazgo en digitalización frente a otros competidores, “a pesar de que tengan aplicaciones que parezcan similares a las nuestras”. “El que no tenga una buena implantación en inteligencia artificial y Big Data va a tener muy difícil adaptarse a esta nueva etapa”, ha añadido.