Se cierne un efecto colateral del pacto precipitado sobre las hipotecas. Los fondos buitre se lanzarán a comprar hipotecas blindadas por el Gobierno, que potenciará indirectamente el mercado de compra venta de créditos dudosos pero al corriente de pago. Las medidas de alivio, sobre todo por las extensiones de plazo, despertarán el apetito de los fondos, que verán como una inversión garantizada la apuesta por este tipo de préstamos tóxicos, según trasladan a Vozpópuli fuentes financieras especializadas en este tipo de mercados.
El Gobierno garantiza por ley que las ayudas a los hipotecados vulnerables o en riesgo se conservarán en caso de traspasar el crédito a un tercero. El pacto hipotecario contempla, entre otras medidas, el alargamiento del plazo de la hipoteca de hasta 7 años. De esta forma, se reducirá la cuota hipotecaria en el corto plazo, pero el préstamo se encarecerá por el pago de más intereses.
El total de intereses subirá más de un 70%, según estimaciones del comparador Kelisto. Y aquí es donde estará el negocio colateral para los fondos: "Ahora se potenciará un mercado de activos tóxicos que se ve más como una inversión a medio plazo y no tan oportunista", da por descontado un directivo especializado en el negocio de NPL, como se conocen en el argot financiero los activos tóxicos.
Las hipotecas blindadas estarán al corriente de pago por los alivios y garantizarán un interés durante el plazo pactado. Se trataría, como simplifican de forma gráfica las fuentes, más de una especie de bono, que ofrece una rentabilidad asegurada. A favor está la experiencia con las moratorias hipotecarias Covid, que en su mayoría se han vuelto a pagar con normalidad. Y en caso de impago, el fondo podrá ejecutar en última instancia la hipoteca y vender el inmueble.
Los fondos tentarán a la banca
Con estos mimbres, los fondos tentarán a los bancos con precios que les permitan cubrir las provisiones por este tipo de hipotecas y sacar de balance un activo que le consume capital. En el paquete de medidas para los hipotecados vulnerables, aquellos hogares con una renta inferior a 25.200 euros al año y que dediquen más del 50% de su sueldo mensual a la cuota hipotecaria, podrán solicitar una carencia de dos años y un alargamiento del plazo de hasta 7 años.
Para las rentas de menos de 29.400 euros, con una carga hipotecaria superior al 30%, se ofrecerá la posibilidad de congelar la cuota durante un año y también extender el plazo del crédito hasta 7 años.
La pelea por las provisiones
Las entidades pelearon con el Gobierno reducir al máximo las provisiones por estos alivios. Y pactaron un cambio contable para evitar que las hipotecas con ayudas entraran en su mayoría en una clasificación de stage 3, que son préstamos dudosos y exigen provisiones para elevar las coberturas hasta alrededor del 50%.
La clave era que la normativa obligaba a clasificar a los clientes en esta categoría cuando la carencia del préstamo provocara una caída de al menos del 1% en los ingresos, pero el Gobierno y la banca acordaron rebajarlo al 0,5%. Este límite reducirá significativamente las provisiones por las ayudas, como admiten fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos, ya que las hipotecas con alivios se clasificarían en su mayoría bajo la categoría de stage 2 o en vigilancia. En este caso, las entidades sólo tienen obligación de dotar coberturas del 10% del crédito.
Los bancos se han quejado de las prisas del Gobierno por acordar un pacto sobre hipotecas, cuando la morosidad está controlada por debajo del 4% y sin conocer con certidumbre la evolución de la economía. Ahora bien, la batería de medidas no tendrá un coste cuantioso en provisiones y les podría beneficiar con una vuelta de tuerca al negocio de NPL.
Karl
Lo acabarán pagando los contribuyentes. __ "No importa cuánto hablen los políticos de solidaridad: Jamás la tienen con los contribuyentes [ni con las contribuyentas 😏]." ~Thomas Sowell