Después de casi tres años de parón, el Gobierno pisa el acelerador para recuperar las ayudas públicas depositadas en Bankia y BMN, las dos entidades nacionalizadas que siguen bajo el control del Fondo de Reestructuración (Frob). El Ejecutivo aprobará mañana en Consejo de Ministros ampliar el plazo para privatizar estas dos entidades, hasta finales de 2018, un año más de lo fijado por ley.
Aunque a priori pueda parecer que el Gobierno está retrasando la desinversión en Bankia y BMN en lugar de acelerarla, desde el entorno del Ministerio de Economía y el sector financiero se contemplaba la posibilidad de ampliar el plazo de forma indefinida. Al contrario que otras imposiciones de Bruselas con el rescate financiero, la fecha tope es algo que decide cada país. De hecho, se llegó a negociar esta opción con Bruselas.
El Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy podría haber optado por alargar el plazo sine die, pero ha vencido la presión de la Comisión Europea (CE) y la gran banca española para que se ponga fin cuanto antes a la distorsión que genera en el mercado tener entidades con ayudas públicas. Detrás subyace el interés de los grandes grupos financieros por quedarse Bankia.
El reto que tienen por delante a partir de ahora Luis de Guindos, ministro de Economía; Jaime Ponce, presidente del Frob; José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia; y Carlos Egea, presidente de BMN, es de una gran magnitud.
Fusión Bankia-BMN
Lo primero, tendrán que poner en marcha la fusión de las dos entidades, un proyecto para el que el Frob ha contratado a AFI. Aunque oficialmente se dice que se van a estudiar otras opciones a la unión con Bankia para BMN, el sector financiero da por hecho que la fusión va a salir adelante. Las dos entidades y el Frob van a trabajar para que todo esté listo en junio de 2016, momento en el que se levanta el veto de Bruselas para que Bankia pueda protagonizar operaciones corporativas.
A partir de entonces, se pondrá en marcha la cuenta atrás para que el Estado recupere todas las ayudas públicas pendientes. Bankia recibió 22.400 millones en ayudas, que se reducirían a 16.600 millones sin tener en cuenta las preferentes del Frob que se amortizaron tras la salida de Rodrigo Rato de Bankia. El Frob ya ha recuperado 1.600 millones a través de una venta de un 7,5% en 2014 y por los dividendos repartidos.
El Estado necesitaría vender a 1,3 veces el valor en libros para recuperar todas las ayudas públicas de Bankia y BMN
Por su parte, BMN recibió ayudas públicas por valor de 1.645 millones, por lo que en conjunto ambas entidades deben devolver más de 22.000 millones de euros. Teniendo en cuenta que el valor en libros de las dos entidades (antes de la fusión) ronda los 17.000 millones, el Frob tendría que deshacer su posición a un precio de 1,3 veces su precio contable para salir sin pérdidas. Misión imposible a día de hoy tal y como están los mercados y el castigo que sufre en particular el sector financiero. Las dudas sobre el futuro de Banco Popular, la banca italiana y la alemana no ayudan por el momento a corregir esta situación.
Una de las dudas que surgen con la decisión del Gobierno es qué estrategia seguirá para vender sus participaciones en Bankia y BMN. De momento tiene más defensores la de paquetes de acciones en el mercado como hizo en 2014, aunque entonces Goirigolzarri ya quiso fuera de mayor cuantía, de hasta el 20%. Por el momento parece descartada la opción de una subasta que desean los grandes bancos españoles.