Banco Popular es el nuevo El Dorado de los despachos antibanca. Tras años reclamando principalmente por Bankia, los bufetes ven en Popular un filón que explotar en los próximos meses. Y al igual que la entidad nacionalizada tuvo su batalla de altura con Iberdrola, Santander podría tener su mayor disputa frente a una de las mayores fortunas latinoamericanas, la familia Luksic.
Estos multimillonarios chilenos (entre los diez mayores de Latinoamérica) entraron en Banco Popular hace poco más de un mes por cerca de 100 millones. En este periodo han perdido el 100% de su inversión, a pesar de que estaban dispuestos a acudir a una potencial ampliación para capitalizar la entidad.
Por ello, uno de los representantes de la familia, Andrónico Luksic, reconoció abiertamente que el grupo está estudiando demandas. "No siempre se gana, las inversiones tienen riesgos. La empresa está analizando una posible apelación, convencida de que el banco tiene valor", exponía el miércoles en su cuenta de Twitter personal. "Es la primera vez que el Banco Europeo [BCE] usa este instrumento, que provocó que accionistas y acreedores pierdan sus derechos de un día para otro", añadió.
El hecho de que los propios Luksic vean argumentos para demandar da alas al resto de afectados. Los chilenos entraron en un momento en el que la situación de Popular se había deteriorado, ya se había anunciado que se corregían las cuentas de 2016 y se estaba revisando toda la cartera inmobiliaria.
Bufetes antibanca
Por ello, los bufetes especializados en reclamaciones bancarias ven muy claro que podrán recuperar el dinero de los accionistas que acudieron a la ampliación de capital de hace un año, de 2.500 millones de euros, muchos de ellos con créditos para poder acudir a la operación. Se apoyarán en la reexpresión de las cuentas y promesas que hubo en el road show y en los meses siguientes, como que en 2017 Banco Popular pagaría dividendo.
Uno de los accionistas que ha tomado la voz cantante en las demandas es Félix Revuelta, presidente de Naturhouse, que lidera una plataforma de afectados por Popular que planea demandar al banco. También van a seguir esta línea Aemec y otros pequeños bufetes, como Asufin, que podría incluso abrir la vía penal.
La crisis de Banco Popular también atrae el interés de los grandes fondos especializados en litigios, como Therium, que va de la mano de Jausas en España. Este grupo inversor está decidido a entrar en las reclamaciones de Popular con la financiación de demandas a accionistas y bonistas a cambio de cobrar parte de la reparación.
Santander tiene en su mano frenar esta potencial oleada de demandas con algún tipo de compensación que contente a accionistas y bonistas de Popular tras haberlo perdido todo, pero por el momento no ha tomado una determinación al respecto. Distintas fuentes consultadas no descartan que haya demandas dirigidas también contra el Frob, ya que fue el que ejecutó la pérdida de valor de las acciones y la deuda subordinada.
La oleada de demandas sólo se podría frenar con algún tipo de compensación de Banco Santander para los pequeños accionistas, como hizo Bankia
Más allá de Luksic y Revuelta no se esperan demandas de más grandes accionistas de Banco Popular, al menos de los que controlaban el consejo de administración: la Sindicatura de Accionistas (ligada al Opus Dei), Allianz, Crédit Mutuel (que estaba en retirada) y la familia mexicana Del Valle. También hay family office españoles con inversiones en deuda subordinada que este miércoles pasó a valer cero.
En el caso de la aseguradora alemana Allianz, las demandas dependerán de cómo se resuelva el acuerdo de bancaseguros. Y los Del Valle son la mayor incógnita, ya que incluso se rumorea que pudieran demandar a Emilio Saracho, el presidente que trajeron tras derrocar a Ángel Ron.
