Jueves 13 marcado en rojo en el mundo empresarial y político. Este jueves se celebra la junta de accionistas para votar la polémica salida de la matriz de Ferrovial de España con destino a Países Bajos. Y las cartas están prácticamente marcadas tras los cambios de última hora del fondo soberano de Noruega, que ayer viró en su estrategia y anunció que votará a favor de la mudanza pese a las presiones del Gobierno. Este movimiento allana el camino a los grandes fondos de EEUU con presencia en la constructora, como Blackrock y Vanguard.
Se espera que estos dos gigantes mundiales de la gestión de activos den también luz verde a la salida de Ferrovial. Se apoyarán previsiblemente en los argumentos que han emitido en la previa de la cita con los accionistas los distintos 'proxys' nacionales e internacionales. Todos ellos coinciden en que la mudanza tendría efectos positivos con ciertas reservas para los minoritarios.
El asesor español Corporate y los dos proxys más importantes a nivel mundial, Glass Lewis e ISS, avalan las razones de la cúpula de Ferrovial para ejecutar el plan de dejar España: una menor volatilidad de las acciones en Bolsa y la posibilidad que se facilitaría de acceder a financiación más asequible en mercados en los que opera la constructora en la actualidad.
BlackRock supera el 3% del capital en Ferrovial y su respaldo al plan de los Del Pino puede tener una lectura política. El mayor gestor de inversiones en el mundo, con cerca de 10 billones de activos bajo gestión, es el dueño del Ibex con posiciones destacables sobre todo en bancos y energéticas. Ambos sectores atrajeron las críticas del Ejecutivo de Pedro Sánchez tras el verano pasado con la creación de dos impuestos extraordinarios. BlackRock es el principal accionista de Banco Santander, BBVA, Sabadell y CaixaBank.
Norges Bank y BlackRock, en Repsol e Iberdrola
El fondo dirigido por Larry Fink tiene además una fuerte presencia en el accionariado de grandes compañías energéticas, el otro sector que Sánchez puso en el foco del debate público. Se erige como el principal accionista de referencia de Repsol, con un 5,4%, seguido precisamente de Norges Bank, que controla un 3,3% de la petrolera. BlackRock es también el segundo accionista de Iberdrola, con una participación superior al 5%, mientras que el fondo soberano noruego tiene algo más del 3%, según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Otro de los grandes fondos del mundo, como Vanguard -con un 1,96%- y el de pensiones de Canadá CPPIB, seguirán a priori el voto a favor anunciado por Norges Bank. También será el caso, como se espera en el mercado, de Calpers, el plan de pensiones de California y otras gestoras ligadas a Morgan Stanley.
La banca española, también involucrada
Los grandes bancos también jugarán su papel en la junta de Ferrovial, aunque de manera indirecta. CaixaBank, Banco Santander, BBVA y Bankinter ostentan participaciones minoritarias, pero que en total, teniendo en cuenta también la posición de sus gestoras, alcanzarían casi un 0,6% en la constructora, según datos de Bloomberg.
A pesar de que se trata de participaciones indirectas y en la mayoría de los casos casi insignificantes, los bancos legalmente tienen la posibilidad de votar en las juntas de estas empresas, como ocurrirá con la cita clave de Ferrovial para trasladar su sede.
Lo habitual, como indican desde distintos bancos, es delegar el derecho en el consejo de administración de las compañías, con lo que el posicionamiento iría en línea con la decisión de los Del Pino. La otra opción más extendida es ni siquiera votar, que también sería favorable a la salida de Ferrovial de España.
sergeidu
Es evidente que la agenda globalista da por amortizado a Sánchez.
YoNoSoyYo
Ademas de evitarnos largos juicios costosos, que siempre terminan beneficiando a los acusados. La solucion "neutralizar" definitivamente al sospechoso es sin duda la mejor.