Banca

El Santander afronta el riesgo de caer en ‘listas negras’ por el caso de la cuenta ligada a Irán

Admite el impacto en la reputación y advierte a los inversores de que la revisión de políticas internas puede no impedir la utilización de cuentas con “fines ilícitos”.

  • La presidenta del Grupo Santander, Ana Botín. -

Aviso del Santander a los inversores por la cuenta ligada a Irán. El grupo reconoce  en Estados Unidos el potencial impacto en su reputación y el daño en su cotización en Bolsa. Y pone sobre la mesa que afronta el riesgo de caer en “listas de vigilancia” en las que se le prohíba hacer negocio con terceras partes si finalmente es acusado de facilitar el incumplimiento de sanciones.

El banco incluye esta advertencia entre los factores de riesgo para el negocio en el informe anual a la SEC, la CNMV de Estados Unidos, aunque sin hacer una mención explícita a la cuenta relacionada con el régimen de Teherán.

“Si estamos asociados con, o incluso acusados ​​de estar asociados con la violación de AML (prevención del blanqueo de capitales), antisoborno y corrupción o requisitos de sanciones, nuestra reputación podría verse afectada y/o podríamos quedar sujetos a multas, sanciones y/o aplicación de la ley (incluyendo ser agregado a 'listas de vigilancia' que prohibirían a ciertas partes realizar transacciones con nosotros)”, recoge el Santander en su informe 20F remitido a la Bolsa de Estados Unidos.

"El banco no detectó en su filial de Reino Unido una cuenta abierta a nombre de un ciudadano del país sin sanciones, pero que la utilizaba como pantalla para mover dinero a Irán. Dicha cuenta ya está cerrada

Una alerta incluida ya otros años, pero que cobra especial relevancia por el golpe reputacional al que se expone por Irán. En el seno del grupo se pone de manifiesto que no se está acusado ni investigado en ningún procedimiento.

Sospechas sobre la filial de Reino Unido y Lloyds

El caso de la cuenta ligada a Irán saltó a inicios de este mes, cuando el Financial Times publicó que el régimen iraní utilizó los dos bancos más grandes en Reino Unido, Lloyds y Santander UK, para mover dinero sin ser descubierto en todo el mundo. Este plan de Teherán perseguía evitar sanciones de Estados Unidos y fue diseñado a instancias de los servicios de inteligencia del régimen iraní.

El Santander no detectó la cuenta, abierta en nombre de un ciudadano de Reino Unido sin sanciones, pero que funcionaba como empresa pantalla para Irán. La filial británica del Santander ya cerró esta cuenta.

"El Santander avisa a los inversores del impacto en la marca de una "cobertura negativa" en los medios por el caso de la cuenta vinculada a Teherán

Para esclarecer los hechos, el grupo abrió inmediatamente una investigación interna y se movilizó con inversores, reguladores y autoridades económicas y fiscales de todos los países en los que está presente para frenar el golpe en la reputación. En el informe a la SEC, de forma genérica, advierte de que la revisión de políticas internas y procedimientos “no sean completamente efectivas” para que terceros utilicen los servicios de la entidad para “fines ilícitos” sin el conocimiento del banco.

Descarta multas o sanciones  

La entidad presidida por Ana Botín defiende que no infringió la regulación de Estados Unidos y descarta cualquier tipo de multa o sanción. “Hemos estado, y podemos estar en el futuro, sujetos a cobertura negativa en los medios sobre nosotros o nuestros clientes, incluso con respecto a supuestas conductas tales como no detectar y/o prevenir cualquier actividad de delito financiero o no cumplir con las regulaciones”, se refiere, sin citar, a la publicación del Financial Times.

"El banco perdió más de 3.000 millones en Bolsa al día siguiente de la publicación. Tiene 17 cuentas bloqueadas de clientes sancionados por Estados Unidos en Reino Unido, Bélgica y Brasil

El Santander avisa a los inversores de que una “cobertura mediática negativa”, sin mencionar la cuenta ligada a Irán, podría afectar “material y adversamente” a la reputación, así como dañar la confianza del mercado y la cotización de sus acciones. El 5 de febrero, tras la publicación del Financial Times, el banco perdió más de 3.000 millones en Bolsa.

El grupo contabiliza 17 cuentas bloqueadas de clientes sancionados por Estados Unidos en Reino Unido, Bélgica y Brasil, como adelantó Cinco Días. Y concreta que ya ha desplegado un plan contundente para retirarse del mercado iraní, cerrando su oficina de representación en el país y cesando todas las actividades bancarias allí. “Incluidas las relaciones corresponsales, la captación de depósitos de entidades iraníes y la emisión de cartas de crédito de exportación”, expone.

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