Las batallas de poder tienen consecuencias en el negocio. Unicaja ha perdido cerca de 18.000 millones en activos tras un año en el que se intensificaron las luchas entre el bando andaluz y asturiano por controlar la entidad. Esta reducción de balance equivale al 37% del tamaño que aportó Liberbank tras la fusión en 2021.
A cierre de septiembre, según las últimas cuentas del banco, Unicaja declara un balance de 95.245 millones de euros. Una caída del 15,7% frente a los casi 113.000 millones con los que cerró el tercer trimestre de 2022. En dicho periodo, el bloque andaluz, liderado por la Fundación UNicaja y los dueños de Mayoral, se planteó exigir la dimisión como consejero delegado de Manuel Menéndez, quien finalmente pactó su salida para ser sustituido por Isidro Rubiales.
La pérdida de activos ha sido paulatina en los últimos trimestres, coincidiendo además en un contexto de caída generaliza del crédito por las subidas de tipos. Tal es así, que Unicaja ha cedido en favor de Bankinter la quinta posición como entidad más grande de España a la que saltó con la integración de Liberbank. Fuentes de bancos competidores reconocen en privado que detectaron mayor captación de negocio en zonas geográficas clave de Unicaja en plena batalla de la cúpula.
Abanca, al acecho
Bankinter se consolida así como el quinto banco español en el ránking por activos, con 108.362 millones, fruto sobre todo del crecimiento orgánico. En las posiciones inferiores, Abanca acecha a Unicaja, con un balance de 71.114 millones.
La entidad presidida por Juan Carlos Escotet mantiene su apetito por crecer vía compras, aunque en estos momentos las oportunidades para dar un salto en el ránking son limitadas. En medio de las negociaciones de la fusión entre Unicaja y Liberbank en 2019, Abanca intentó lanzarse a por la entidad asturiana.
El nuevo consejero delegado de Unicaja se ha marcado como prioridad recuperar la política de riesgos y comercial genuinas de la entidad andaluza, que quedaron relegadas por la gestión de Menéndez, según transmiten fuentes internas.
"La pugna de la cúpula puso a Unicaja en el foco de los grandes bancos, que hicieron números para lanzarse a una posible compra
La debilidad por la batalla de poder también puso a Unicaja en el foco de los grandes bancos, que llegaron a hacer números para explorar una fusión. Pero el desembarco de Rubiales, mano derecha del presidente Manuel Azuaga, despeja esta posibilidad y abrirá una etapa para enderezar el rumbo como entidad en solitario.
El nuevo CEO cuenta con la confianza de la Fundación Unicaja, el máximo accionista del banco con algo más del 30%, y su principal valedor para su ascenso. También tiene el respaldo de los otros dos accionistas de referencia: los dueños de Mayoral (que tienen un 8,5%) y el empresario Tomás Olivo (que acaba de reforzar su participación por encima del 9%).
Revolución en el capital
Tras la salida de Menéndez y el fin de la batalla de poder en favor del bando andaluz, la entidad ha vivido una revolución en su capital. El fondo Oceanwood, que tenía un asiento en el consejo, y el empresario mexicano Ernesto Tinajero han vendido sus participaciones. Ambos estaban alineados con Manuel Menéndez.
Un movimiento que ha sido aprovechado por Olivo para elevar su inversión y poder exigir un consejero, para lo que es consciente de que tendrá que ser un representante que cumpla con las condiciones del Banco Central Europeo (BCE), como publicó este medio.
Tras la llegada de Rubiales, la aseguradora Santalucía compró más de un 3% de las acciones de Unicaja como respaldo al cambio en la cúpula. Un compromiso que ha reforzado a finales de octubre, cuando elevó su participación al 5%. Antes de convertirse en uno de los principales inversores, Santalucía ya tenía una 'joint venture' con Unicaja en seguros de vida.