La subgobernadora de Banco de España, Margarita Delgado, asume desde este martes las funciones de gobernadora con carácter interino al no haber nombrado el Gobierno un sustituto para Pablo Hernández de Cos, cuyo mandato ha vencido tras seis años no prorrogables.
Durante la presentación de las proyecciones macroeconómicas, se ha preguntado al director de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, cómo afecta el hecho de que no se conozca el sucesor. “Es evidente que el hecho de que no haya un gobernador altera el funcionamiento de la institución", ha respondido.
Entre otros asuntos, la subgobernadora no podrá votar en la próxima reunión del Banco Central Europeo (BCE) de julio. "Es una consecuencias desafortunadas y adversas de no tener gobernador. Este es un tema que estamos discutiendo con el BCE, pero en principio efectivamente la subgobernadora no podría votar", ha dicho Gavilán.
El director de Economía y Estadística del BdE ha destacado la "transformación significativa de la institución" que ha impulsado Hernández de Cos y le ha deseado lo mejor en su futuro profesional. "Ha sido un placer trabajar con él", ha dicho.
Sin voto en la próxima reunión del BCE
El hecho de que la subgobernadora no pueda votar podría tener relevancia para decisiones de política monetaria si el Consejo estuviera más fragmentado, aunque en el BCE se respira calma tensa por este vacío de poder "anómalo", pues las decisiones se toman generalmente por consenso y casi nunca es necesario recurrir al voto.
La subgobernadora asumirá las funciones por la decisión del Gobierno de posponer el nombramiento de un nuevo gobernador. Aunque ha sido el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien se ha responsabilizado de la prórroga, esa determinación corresponde en última instancia al propio presidente, Pedro Sánchez.
La misión provisional de Margarita Delgado también tiene fecha de caducidad, ya que su propio puesto de subgobernadora expira el próximo 10 de septiembre, sin posibilidad de renovación. El Gobierno tiene, por tanto, tres meses para decidir quién ocupa el trono de una institución fundamental en la estructura del Estado.