El Banco de España ha revisado al alza este lunes su previsión de crecimiento para la economía española hasta el 6,2% en 2021, dos décimas más de lo que esperaba en su última estimación del mes de marzo, por la mejora de la pandemia y el avance de la vacunación.
En el informe presentado este lunes, el supervisor eleva dos décimas su previsión de crecimiento para la economía española en 2021 hasta el 6,2% en el escenario central y sube cinco décimas su estimación para 2022 hasta el 5,8%. Para 2023 esperan un crecimiento del 1,8% en el escenario central, dos décimas más de lo previsto en la anterior estimación.
En sus proyecciones previas, presentadas en el mes de marzo, el Banco de España preveía un crecimiento para el año 2021 del 6% en el escenario central (7,5% en el escenario suave y 3,2% en el escenario severo); del 5,3% para 2022 (5,5% en el suave y 4,6% en el severo) y del 1,7% para 2023 en el escenario central (1,6% en el suave y 2,2% en el severo).
La subida de la estimación se debe a la mejora de la pandemia y el avance de la vacunación (parten de que a finales de agosto estará vacunado el 70% de la población), así como al despliegue esperado de los fondos europeos.
"La mejor incidencia de la pandemia, con el trasfondo del avance de la vacunación, y la ejecución de los proyectos bajo el paraguas de los fondos europeos del programa Next Generation darían lugar, bajo este escenario central, a crecimientos elevados de la actividad en el segundo trimestre de este, lo que también tendría un impacto positivo elevado sobre el avance del PIB en el promedio de 2022", explican.
La economía crecerá un 2,2% el segundo trimestre
En concreto, esperan un repunte del 2,2% intertrimestral en el PIB el segundo trimestre del año (abril-junio), periodo para el que aún se dispone de pocos datos ya que no están todos los de mayo, faltan los de junio y las comparaciones interanuales distorsionan la realidad al compararse con un año atípico.
El crecimiento del segundo trimestre se mantendrá durante todo 2021 y el avance del PIB se verá impulsado también por el crecimiento de los socios comerciales de España, la recuperación de los mercados mundiales -liderada por los países desarrollados- y la mejora de los mercados a los que se dirigen las exportaciones españolas.
En el último tramo de 2022, la economía española logrará recuperar su nivel previo a la pandemia, prevé la institución que gobierna Pablo Hernández de Cos.
Se reduce la incertidumbre
El Banco de España ha conseguido en este informe cerrar la horquilla de previsiones, ya que mientras en su última previsión vaticinaba un margen de crecimiento para 2021 desde el 7,5% en el escenario suave hasta el 3,2% en el escenario severo, ahora cree que en el contexto suave el PIB no crecerá más de un 6,8% y en el severo subirá al menos un 4,6%. La horquilla pasa de 4,3 puntos a 2,2 de margen de error.
Esto se debe, en parte, a que "los riesgos para la evolución de la actividad económica se encuentran en la actualidad más equilibrados que en ejercicios de proyecciones pasados", aunque la incertidumbre sigue siendo alta.
El supervisor admite que los precios siguen al alza, pero igual que el Ejecutivo cree que la inflación reciente será temporal, como contábamos este lunes en Vozpópuli. "El ritmo de avance del componente subyacente de los precios de consumo (sin energía y alimentos) seguirá siendo modesto".
Advierte, no obstante, de que si estas subidas de precios se hacen permanentes el crecimiento económico podría ser menor del esperado.
Mejora la previsión sobre el paro
El supervisor ha mejorado sus previsiones respecto a la tasa de paro, de hecho cree que en 2023 se situará en el 13,7% de la población, cuatro décimas por debajo de su nivel de 2019, último año antes de la pandemia. En 2021 cree que se situará en el 15,6%, y en 2022, en el 14,7%.
La recuperación del empleo se producirá porque aunque la crisis ha tenido un impacto muy intenso en algunas ramas como la hostelería, el Banco de España cree que ese efecto será transitorio porque esas ramas no estaban sobredimensionadas, a diferencia de lo que ocurrió por ejemplo con la construcción en la última crisis financiera.
En cuanto a las finanzas públicas, el supervisor cree que el déficit público se situará este año en el 8,2% del PIB y que la deuda pública cerrará el año por encima del 120% del PIB.
"El déficit público permanecerá en 2023 en cotas todavía muy elevadas (del 4,3% del PIB). Como resultado de esta evolución del saldo y de la trayectoria proyectada para el PIB nominal, la ratio de endeudamiento público, que en 2020 repuntó fuertemente hasta el 120% del PIB, apenas descendería en 2 puntos porcentuales en el horizonte de proyección".
Para 2023, estima que la deuda pública esté en el 118% del PIB. En el escenario suave podría contenerse hasta el 113%, mientras que en el severo podría desbocarse hasta el 123,4% del PIB.