El Banco de España apuesta por una nueva ronda de fusiones en el panorama bancario español. En su último informe anual con Luis María Linde como gobernador, el organismo solicita un avance adicional en el proceso de consolidación del sector que contribuya a incrementar su rentabilidad, vía reducción de costes, ante el estancamiento del crédito.Para la institución, algunos factores que explicaron el mayor endeudamiento de los hogares y las empresas durante comienzos de siglo –como la evolución demográfica, el fuerte crecimiento del precio de la vivienda y el 'boom' inmobiliario– actuarán en menor medida, o incluso en sentido contrario, durante el actual ciclo expansivo de la economía.Así, no espera en el corto y medio plazo que el crédito de los bancos alcance los niveles experimentados durante los años previos a la crisis. Tampoco que el sector recupere el volumen de ingresos visto entonces, por lo que recomienda a la banca "perseverar en la búsqueda de fuentes alternativas de ingresos y en el control de sus costes".
Fusiones transfronterizas
Ante esta disyuntiva, y para hacer frente al desafío que supone incrementar la rentabilidad en el actual contexto económico, el Banco de España se inclina por acometer una nueva ronda de consolidación, en la que no descarta operaciones transfronterizas. Además, defiende que este proceso no supondría una reducción de los niveles de competencia del sector."Los gastos y la estructura de negocio deben adaptarse también a ese nuevo entorno. Ello podría requerir, en algunos casos, avances adicionales en el proceso de consolidación, que contribuyan a acelerar el ajuste de la estructura de costes de las entidades, a nivel doméstico y/o entre entidades de la UE, y sin que ello suponga una reducción del grado de competencia del sector", reza el informe anual del Banco de España.Con el objetivo de reducir costes, el organismo que gobierna Luis María Linde también recomienda mejorar la eficiencia de la red de oficinas, lo que implicaría nuevos cierres de sucursales –una postura defendida recientemente por el gobernador– y la adaptación de herramientas previamente desarrolladas por aquellas empresas de corte tecnológico dedicadas al sector financiero, conocidas como fintech, al modelo de negocio de la banca tradicional.
Reto tecnológico
De hecho, para el Banco de España "el mayor reto” a medio plazo que debe encarar el sector procede del nuevo marco competitivo derivado de las nuevas tecnologías y del avance de la desintermediación financiera.Los otros desafíos sobre los que pone el foco el Banco de España son la adaptación de las entidades al nuevo marco regulatorio y la reducción del nivel actual de activos improductivos, que, a pesar de la disminución de los últimos años, sigue siendo "elevado" en comparación con Europa.Precisamente, el organismo advierte de que si la reducción de activos tóxicos procedentes de la crisis continua al ritmo actual la ratio de dudosos seguirá siendo relativamente elevada en 2020, por lo que insta a las entidades que aún no han abordado este proceso a afrontar "con prontitud" el reto, una postura reiterada por los supervisores durante los últimos años.Para el supervisor, en una economía muy bancarizada como la española, la superación de estos retos es "importante" para situar al sector en una posición de fortaleza y contribuir al crecimiento económico y a la creación de empleo.