El Banco de España ha negado este martes que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, esté utilizando la cuenta que tiene el Banco Central de ese país en el supervisor español para hacer pagos a proveedores venezolanos, tal y como publicó el lunes Bloomberg.
Esa cuenta "sólo permite realizar trasferencias con origen y destino en el Banco Central de Venezuela. Está abierta desde hace años y es una más de las cuentas que varios bancos centrales tienen abiertas en el Banco de España. El saldo de la misma es relativamente pequeño y no ha tenido variación significativa en el último año. Básicamente está siendo utilizada para pagar los gastos de funcionamiento habituales de las relaciones diplomáticas entre ambos países y por organismos supranacionales para hacer llegar fondos a sus oficinas en Venezuela, al no poder usar la vía de la banca comercial", han confirmado fuentes del supervisor a Vozpópuli.
La Embajada española en Venezuela o algunas ONG son un ejemplo de los organismos que utilizan esta cuenta para enviar fondos al país, han explicado esas fuentes, que se han mostrado sorprendidas con la información publicada y han desmentido que la cuenta se pueda utilizar para pagar a empresas en Venezuela.
La reacción del supervisor se ha producido después de que Bloomberg publicara este lunes que el Banco Central de Venezuela estaba pagando a sus proveedores a través de su cuenta en el Banco de España, un sistema que le servía para saltarse las sanciones de Estados Unidos, según le habían confirmado presuntamente a ese medio dos funcionarios del banco venezolano.
Foro internacional sobre flujos de capital
El Banco de España acoge precisamente este martes en su sede madrileña un foro internacional titulado "Desequilibrios globales y flujos de capital en la era de las nuevas tecnologías", en el que participan instituciones de política monetaria y entidades financieras de muchos países.
El gobernador del supervisor, Pablo Hernández de Cos, ha inaugurado la jornada y ha pedido públicamente una reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC), debido al fracaso de esta organización para solucionar las tensiones comerciales entre las dos principales potencias económicas del mundo, China y Estados Unidos.
"No sólo se ha demostrado el fracaso de la OMC como foro para solucionar estos problemas, sino que también el progreso para responder a los retos que suponen la emergencia de nuevas formas de comercio, como el electrónico, ha sido bastante limitado. La experiencia en otras áreas relevantes como la inversión, la protección de la propiedad intelectual y las compras públicas ha sido similar", ha lamentado.
De Cos ha afirmado que se debe revisar el funcionamiento de las instituciones multilaterales de cooperación internacional.
"Mientras crecen las preocupaciones de los países occidentales sobre las prácticas comerciales de China, así como por el efecto de las políticas industriales y tecnológicas en las mismas condiciones de juego, muchas economías emergentes se quejan sobre las políticas de los países occidentales en áreas como la agricultura", ha ilustrado al hablar de conflictos.
De Cos ha reivindicado también la cooperación entre los países que tienen un elevado déficit público (como España) y aquellos que están en situación de superávit (como Alemania), al que pidió hace unos días que lleve a cabo un esfuerzo fiscal para evitar la caída del país en recesión.