Las sospechas del Banco de España sobre la verdadera situación de la cartera de préstamos refinanciados de la banca afloró 31.500 millones de nuevos créditos morosos, a lo largo del pasado ejercicio, reclasificados desde situación normal. Los datos del supervisor, a cierre del pasado junio, dibujan un buen escenario a nivel global, con una leve disminución del saldo de préstamos refinanciados de la banca hasta los 210.720 millones. Sin embargo, la financiación destinada al ladrillo sigue manteniéndose como un verso suelto en esta tendencia.
En el primer semestre del ejercicio, los movimientos en los balances de las entidades españolas han constatado un incremento no sólo del peso de las refinanciaciones en aquellos créditos destinados a la construcción y promoción inmobiliaria, sino también de sus volúmenes de créditos en problemas. Así, el ladrillo atesora el 43% (59.077 millones) del total de las refinanciaciones empresariales que asciende, en junio pasado, a 137.389 millones, un 65,2% del total. La cifra es una de las más elevadas de toda la serie histórica del Banco de España. De hecho, los créditos refinanciados a empresas de construcción y promoción inmobiliaria suponían el 27% del total en 2013 y el 33%, el año precedente.
La banca sigue olvidándose de las familias: apenas consiguen el 11% de los 150.000 millones de nuevo crédito
Las cifras demuestran que la digestión del ladrillo dista bastante de estar concluida. De hecho, según los datos del Banco de España, recogidos en el Informe de Estabilidad Financiera de noviembre, el volumen de refinanciaciones a este segmento se incrementó en el entorno de 12.000 millones frente al cierre del pasado ejercicio. En cuanto a las familias, su volumen de refinanciaciones se mantienen estables en cuanto al saldo global que ascidente a 73.300 millones. Sin embargo, se registra un importante incremento de más de un 4% en las refinanciaciones en todos aquellos créditos que no se destinan al mundo hipotecario. Por contra, las refinanciaciones hipotecarias han sufrido un leve descenso en consecuencia del importante volumen de reclasificaciones registradas en 2013. Ese ejercicio se refinanciaron hipotecas por valor de 7.000 millones.
A cierre de junio, el saldo de créditos problemáticos de la banca española asciende a 144.000 millones, de los que 104.000 millones se encuentran ya en situación morosa.
Los datos del supervisor confirman que la sequía del crédito sigue castigando a las familias. Apenas el 11% del crédito nuevo que otorgó la banca, entre marzo y julio pasados, se destinó a financiar las necesidades de los hogares españoles. Apenas, 16.500 millones entre hipotecas y créditos al consumo. Las entidades han decidido centrar todo su apoyo a la financiación del mundo empresarial. De hecho, todas las entidades presumen, desde principios de año, de ser el banco de las empresas. Éstas, grandes corporaciones y pymes, han recibido el 89% de los 150.000 millones de nuevo crédito concedido en estos cinco meses. Un total de 133.500 millones.
El Banco de España detalla por primera vez el volumen de nuevas operaciones que gestiona el sector cada mes. Desde marzo de este año, las entidades bancarias deben remitir al Banco de España, mediante un estado regulatorio, el crédito nuevo que conceden. El organismo que gobierna Luis Linde ha pedido este nuevo dato para contrarrestar la polémica de la falta de crédito.
Así, durante los meses de marzo, junio y julio, el sector financiero español superó la cifra de 30.000 millones mensuales de nuevo crédito. La financiación nueva recibida por las sociedades no financieras, un 54,7% del volumen total de operaciones de crédito nuevas corresponde a empresas grandes, un 32,5% a pymes y un 1,9% a los empresarios individuales. Dentro de las pymes, del total de crédito nuevo concedido el 8,8% corresponde a empresas medianas, el 10,2% a pequeñas y un 13,4% a microempresas.
Las nuevas operaciones no logran evitar que el crédito continúe descendiendo. El sector privado recibió hasta junio pasada un total de 2,024 billones, lo que supone un 3,7% menos que hace un año.
El BdE describe la dura realidad de la banca española: menos rentable y con menores ingresos frente al pasado ejercicio
"En resumen, los datos más recientes apuntan a que el saldo agregado el crédito ha seguido contrayéndose, aunque su ritmo de caída se ha estabilizado", afirma el Banco de España. En esta línea, el regulador dice que la evolución continúa estando condicionada por la necesidad de corregir el "elevado" endeudamiento del sector privado, "apreciándose, no obstante, distintos ritmos de caída del crédito, más lentos en la financiación bancaria a empresas que no realizan actividades inmobiliarias o de construcción".
Esta falta de actividad se refleja en la baja rentabilidad del sector. Una de las grandes preocupaciones del Banco de España que cede, este martes, la supervisión al Banco Central Europeo. Las entidades españolas lograron unos beneficios de 7.886 millones en el primer semestre de 2014, un 4,6% menos, por la negativa evolución de sus ingresos (-7,1%), apoyadada fundamentalmente en una caída de las comisiones del 4,1%. Estas negativos datos se reflejan en una caída del ROE (rentabilidad sobre fondos propios) que asciende al 7% frente al 7,8% de 2013.
El supervisor finaliza su disección a la banca española finaliza con una advertencia. "La recuperación no está exenta de algunos riesgos ligados a factores tanto externos (evolución de la economía mundial, en especial, de la zona del euro) como internos (vinculados a la necesidad de completar la corrección de algunos desequilibrios)".