El Banco de España acaba de iniciar un proceso de selección para contratar a 28 nuevos inspectores de entidades de crédito, una cifra inusual para una institución que, hasta el pasado ejercicio, no solía sacar a concurso más de 10 ó 12 plazas. En 2014, el supervisor fichó a un total de 25 inspectores. De esta manera, la Dirección General de Supervisión cuenta actualmente con un total de 263 inspectores.
La apuesta supone elevar en un 9% el número de inspectores respecto a 2014, y un 22% frente a la plantilla de 2013. Ese ejercicio, según los datos oficiales de la Memoria de Supervisión, el organismo contaba con 226 agentes, la cifra más baja desde 2006. Esta nueva hornada de inspectores ayudarán a subsanar la fuga de este tipo de funcionarios que ha venido sufriendo el Banco de España desde 2010, cuando contaba con 240 agentes que fueron renunciando o fichando por otros organismos como la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés) o el Banco Central Europeo, que ha 'pescado' inspectores de las plantillas de los diferentes bancos centrales para conformar sus equipos de cara al Mecanismo Único de Supervisión (MUS), que se inició a finales del pasado año.
La contratación elevará un 9% la plantilla de inspectores con respecto a 2014 y un 22% frente a la nómina de agentes en 2012
En este sentido, fuentes del sector asumen que la contratación de nuevos inspectores por parte del Banco de España seguirá siendo elevada en los próximos ejercicios dada la mayor carga de trabajo que tendrá que soportar la Dirección General de Supervisión con la entrada en vigor del MUS. En este nuevo marco, las autoridades nacionales de supervisión aportan la mayor parte de los medios personales y materiales que trabajan para el Mecanismo. Así, los equipos de supervisión del BCE están formados por profesionales del BCE y de las autoridades nacionales, bajo la dirección de un coordinador designado por el BCE, y de un subcoordinador, designado por el supervisor nacional. Aproximadamente, el 75% de los componentes de los equipos es personal procedente y designado por el Banco de España, en el caso español. Por su parte, las visitas de inspección a entidades significativas, la inspección que se denomina 'in situ', se sigue llevando a cabo por las autoridades nacionales, y sus resultados se trasladan al BCE para la adopción de las medidas que correspondan.
Precisamente, bajo la gobernanza de Luis María Linde, la institución perfiló un nuevo modelo que potencia el seguimiento 'in situ' que ya se venía registrando en la gran banca con agentes empotrados en todas las entidades. Este esquema necesita de más recursos. De ahí, que el Banco de España fichase a 25 inspectores a lo largo de 2014.
Precisamente, el Banco de España es el responsable íntegro de la supervisión de las entidades de crédito consideradas menos significativas, aquellas que cuentan con tamaño inferior a los 30.000 millones de activo, que son 81 entidades en el mercado nacional.
Al cierre del año 2013, últimos datos oficiales, las entidades sujetas a supervisión prudencial por parte del Banco de España ascendían a 423, de las cuales 292 eran entidades de crédito. El número de actuaciones supervisoras llevadas a cabo en ese ejercicio se elevó a 452, frente a las 306 del año 2012. De ellas, 96 se encontraban en curso o pendientes de cierre a 31 de diciembre. Estas actuaciones supervisoras se distribuyen entre las tradicionales visitas de inspección (in situ) a las entidades y las actuaciones de seguimiento continuado, en muchos casos con presencia permanente en la entidad.
Los nuevos inspectores darán también cobertura al departamento de reclamaciones ante el enorme incremento de quejas que viene recibiendo el supervisor por parte de los clientes de la banca
Hay que añadir también otros 753 trabajos relacionados con entidades de crédito, entre los que se incluyen la verificación de las políticas contables en materia de refinanciaciones y reestructuraciones de créditos conforme a los criterios remitidos a las entidades el 30 de abril de 2013; los seguimientos generales periódicos; las revisiones de los informes de auditoría de las entidades de crédito; las revisiones anuales de los informes de autoevaluación del capital; el seguimiento de la liquidez; el análisis de los procesos de contribución a la formación del euríbor; y la evaluación, en estrecha cooperación con la EBA, de los planes de capital de las principales entidades, de acuerdo con las recomendaciones de la EBA sobre mantenimiento del capital.
Además, parte de estos nuevos inspectores darán cobertura al departamento de Conducta de Mercado y Reclamaciones que es el encargado, entre otras funciones, de recibir y resolver las quejas y reclamaciones que presentan los usuarios de las entidades supervisadas por el Banco de España, que estén relacionadas con sus intereses y derechos legalmente reconocidos, y que deriven de presuntos incumplimientos, por las entidades reclamadas, de la normativa de transparencia y protección de la clientela o de las buenas prácticas y usos financieros. En el año 2013, el volumen de expedientes de reclamaciones recibido en el departamento llegó a magnitudes hasta la fecha nunca alcanzadas: se recibieron 35.18511, lo que supone un incremento de casi el 246% con respecto al año anterior, en el que se dieron de alta 14.313 expedientes. Gran parte de este significativo aumento —en concreto, más de 18.000 (si bien son aún datos provisionales)— es causa de las discrepancias de los prestatarios con la aplicación de los límites de tipo de interés —cláusulas suelo— previstos en muchos préstamos hipotecarios.