El Banco de España avisa de riesgos "ligeramente a la baja" como consecuencia de la posibilidad de que la desaceleración de las economías emergentes sea más pronunciada de lo previsto, lo que podría dar lugar a un "endurecimiento" de las condiciones de financiación en un contexto de caída del apetito por el riesgo. El organismo supervisor, que dirige Luis María Linde, advierte, en su último boletín sobre la economía española, de que a nivel interno la principal fuente de incertidumbre está asociada al curso de las políticas económicas, dada la influencia que ejercen, en particular, la agenda reformadora y la política presupuestaria sobre la confianza y las decisiones de gasto de los agentes.
"Un posible agotamiento en el proceso de aplicación de reformas estructurales podría afectar negativamente las expectativas de crecimiento e incidir negativamente en las decisiones de consumo e inversión", subraya el Banco de España, que añade que la necesidad de corregir eventuales desviaciones en la ejecución de los planes presupuestarios de las administraciones públicas podría comportar también algún efecto negativo sobre la actividad a corto plazo.
En este sentido, alerta de que los riesgos de desviación del cumplimiento del objetivo de déficit para este año, situado en el 4,2% del PIB, se centran en las comunidades autónomas y la Seguridad Social, que podrían verse compensados "parcialmente" por una mejor evolución de lo previsto tanto de los ayuntamientos como de la Administración Central.
"Un posible agotamiento en el proceso de aplicación de reformas estructurales podría afectar negativamente las expectativas de crecimiento e incidir negativamente en las decisiones de consumo e inversión"
El PIB, por debajo de la previsión del Gobierno
La economía española habría crecido el 0,8% en el cuarto trimestre del año, en línea con el incremento del tercer trimestre, según ha avanzado el Banco de España, que afirma que la "modesta" desaceleración del PIB en la segunda mitad del año no alterará un alza sostenido en los próximos trimestres. El último boletín sobre la economía española publicado por el supervisor señala que el PIB cerrará 2015 con un avance del 3,2%, una décima más de lo que había previsto en su informe de septiembre, aunque por debajo de la estimación del Ejecutivo (3,3%). Asimismo, el Banco de España también ha mejorado una décima su previsión para 2016, al prever un avance del 2,8%, frente al 3% del cuadro macroeconómico del Gobierno.
El informe indica que la fase expansiva que la economía española inició hace algo más de dos años se ha prolongado a finales de 2015 y se mantendrá durante 2016. No obstante, para el próximo año augura una moderación del avance de la demanda nacional y cree que aunque el empleo conservará un "elevado dinamismo", su ritmo de crecimiento también se atenuará.
Así, el Banco de España indica que la demanda interna contribuirá en 3,6 puntos al PIB en 2015, y en 3,1 puntos en 2016, y mientras el consumo privado aumentará el 3,1% y el 3,3%, respectivamente, el consumo público subirá el 2,4% este año y el 0,4% el que viene. Respecto al avance del 0,8% del cuarto trimestre, la entidad lo explica por la "elevada fortaleza" del consumo de los hogares, que habría crecido en torno al 1 % entre octubre y diciembre, en línea con el trimestre precedente. La información disponible apunta también a una posible mejoría de la contribución de la demanda exterior, que dejaría de ser negativa, en tanto que el empleo habría crecido el 0,7%, dando lugar a un ligero avance de la productividad del trabajo.
El Banco de España achaca la pujanza del gasto de las familias al aumento de las rentas derivado del crecimiento del empleo y del abaratamiento del petróleo, aunque también señala el adelantamiento de la rebaja del IRPF prevista para 2016 y la devolución de parte de la paga extra suprimida en 2012 a los empleados públicos.
Aumento de las exportaciones
Por otra parte, para los dos próximos años, el boletín económico incide en que la demanda externa tendrá una aportación negativa como resultado de la fortaleza de las importaciones.
Las exportaciones crecerán el 5,8% este año y el 4,6% el que viene, y las importaciones se incrementarán el 7,5% en 2015 y el 5,9% en 2016.
El Banco de España cree que los efectos positivos que tiene sobre el consumo, la caída del petróleo y la reducción de la imposición directa perderán fuerza el próximo año, aunque también destaca que las mejores de las condiciones de financiación repercutirán en la prolongación de la inversión residencial.