En apenas tres semanas, la familia Espirito Santo perderá el cetro de su entidad bancaria. El relevo sucederá 144 años después. No por el fin de la saga. Sino por la propia saga. En la disputa familiar ha tenido que mediar el propio Banco de Portugal. El asalto de José María Ricciardi al sillón de su primo Ricardo Salgado, actual presidente del Banco Espirito Santo (BES), ha tenido un final inesperado: la llegada del economista Vítor Bento. El 'extraño' en la corte de los Espirito Santo tendrá licencia para cambiarlo todo. Su primera misión será digerir la envenenada herencia para el BES y sus clientes. Casi 3.400 millones de exposición en el agujero que presenta el conglomerado de empresas familiares.
Los problemas del grupo no son del BES sino de las sociedades de inversión de la familia, que nacen en Espirito Santo International (ESI), el hólding matriz en el que se han detectado las irregularidades contables que han sometido al banco a un duro castigo en Bolsa. El BES ha perdido casi la mitad de su valor en un mes. La estructura accionarial a 30 de junio de 2014 muestra un complejo entramado de participaciones: el 49,3% de ESFG (Espirito Santo Financial Group), dueño del 25% del BES; está en manos de ES Irmaos SGPS S.A., filial al 100% de Rio Forte, a su vez ésta propiedad 100% de Espirito Santo International (ESI), que aglutina los intereses económicos de la familia. ESI y Rio Forte conforman el grupo denominado GES Group, que cuenta con inversiones en sectores diversos (energía, inmobiliario, turismo).
El montante de la deuda del grupo con sus acreedores puede ascender a los 7.000 millones. Solo con Portugal Telecom la deuda es de 900 millones —que tiene que pagar el día 15— y con Petróleos de Venezuela en torno a 1.200 millones. Todo esta confusión está incidiendo en el Banco, que tiene el 20% del mercado nacional y más del 37% de los préstamos empresariales.
Un cúmulo de malos indicios que han sacudido al banco en Bolsa. Ante la sangría en los parqués, Portugal salió este viernes en defensa del banco, uno de los símbolos del país que patrocina al gran símbolo de la calle, Cristiano Ronaldo. El primer mensaje fue del regulador: "BES cuenta con un capital suficiente para hacer frente a cualquier impacto negativo derivado de su exposición al grupo". Más tarde Pedro Passos Coelho, el primer ministro, buscó los micrófonos para repetir argumentario. "Es importante que los inversores portugueses y extranjeros... mantengan la calma sobre el banco y nuestro sistema financiero y bancario. Los depositantes pueden tener toda la confianza porque sus ahorros están asegurados (hasta 100.000 euros por el fondo de garantía luso)", aseguraba el primer político.
La deuda del grupo familiar con sus acreedores asciende al entorno de los 7.000 millones. El BES tiene una exposición de 1.182 millones con diferentes sociedades del hólding familiar
Ambas instituciones se convirtieron en altavoces de las decenas de llamadas que han salido durante estos días desde todos los rincones del BES para solicitar calma y confianza. Un ejercicio en el que no han dudado en abrirse en canal, enseñando los flujos de cuentas y las exposiciones que tiene el banco con las diferentes empresas de la familia Espírito Santo. Un acto en defensa propia para marcar distancias con la saga, que aún mantiene el 25% de la entidad.
El banco asegura que, aunque está a la espera de conocer el plan de reestructuración del Espirito Santo Group para evaluar las pérdidas relacionadas con su exposición, las pérdidas potenciales no comprometen el cumplimiento de los requerimientos de capital regulatorio. De hecho, la entidad financiera se reafirma en su sólida solvencia al confirmar que cuenta con un colchón de 2.100 millones de capital por encima del 8% de Common Equity Tier I, el nivel mínimo regulatorio
La exposición de BES a Espirito Santo Group, a 30 de junio, está próxima a los 1.182 millones. Adicionalmente, BES ha reconocido una exposición bruta a ESCOM Group de 297 millones, sociedad en proceso de venta todavía no finalizado. La mayor exposición del BES se concentra en dos sociedades: Espirito Santo Financiere (481 millones) y ES Bank Panamá (342 millones). Ambas son filiales del Espirito Santo Financial Group.
El importe de los títulos de deuda emitidos por sociedades de Espirito Santo Group en manos de clientes minoristas de BES asciende a 853 millones a 30 de junio. La exposición de los fondos de inversión es mínima. El banco cuenta con la garantía de ESFG por 700 millones provisionados a final de año pasado para garantizar el reembolso de la deuda del grupo colocada entre los minoristas de BES. Por tanto, tanto la exposición del banco como de los clientes minoristas estaría cubierta por este 'buffer' de capital de 2.100 millones y las provisiones por valor de 700 millones.
Por su parte, los clientes institucionales del banco tienen una posición en deuda de las sociedades de Espirito Santo Group que asciende a 2.011 millones a 30 de junio (511 corresponden a deuda de ESI y 1.500 de Rioforte y filiales). Tanto estos inversores como una pequeña bolsa de clientes minoritarios, que tomaron posiciones en deuda de ESFG y de sus filiales por valor de 212 millones, no cuentan con ningún tipo de colchón, por lo que se enfrentan a perder toda su inversión.
El impacto de la exposición a la deuda del grupo en BES España es mínimo, según reconocen fuentes de la entidad. Tomando como referencia los últimos datos disponibles, correspondientes al cierre del pasado mes de junio, el volumen de negocio que tiene Espírito Santo en España asciende a 12.000 millones de euros, distribuidos entre el patrimonio de sus clientes - en torno a 7.000 millones - y carteras préstamos y avales, valorada en 5.000 millones de euros. Es más, en lo que va de año, el banco llegó, incluso, a aumentar el patrimonio que gestiona en España, pasando de los 6.800 millones contabilizados a principios de 2014 a los 7.000 millones actuales.
Tormenta tras la tercera ampliación de capital
En un año, el BES de Salgado ha pasado de ganar 96 millones a perder 518; la acción ha caído de 6,13 euros en 2007 a 0,63 céntimos el lunes; sus accionistas no ven dividendos desde hace tres años, sin embargo la confianza de los inversores no se resquebraja. El 16 de junio el banco cubrió un aumento de capital por 1.045 millones, la tercera ampliación en tres años, convirtiéndose en uno de los bancos mejor capitalizados de Portugal sin necesidad de los fondos de rescate.
Pero la alegría tras la llegada de nuevo capital apenas duró cuatro días. La disputa entre los primos se prolongó hasta el pasado fin de semana, cuando el banco divulgó la convocatoria de una asamblea general extraordinaria, para el 31 de julio, en la que los accionistas tendrán que votar a Bento como nuevo presidente ejecutivo. En apenas tres semanas no habrá más familiares en la dirección de su propio banco. Ricciardi se quedará a las puertas y su primo Salgado entrará en la historia como el último de la familia en presidir la obra levantada en 1869 por José María do Espírito Santo Silva.
Lo que no es del Estado es del Espírito Santo, se dice en Lisboa. La sentencia va camino de tener fecha de caducidad.