El encargo a Roland Berger y a Oliver Wyman para que escudriñen las tripas de Bankia ha sido la gota que ha colmado el vaso. Los inspectores del Banco de España se están reuniendo con los portavoces económicos de los principales partidos con representación parlamentaria para explicarles que se sienten desplazados y que no cuentan con la cobertura legal necesaria para ser eficaces en la tarea que realizan.
De hecho, han elaborado un borrador de proyecto de ley con la intención de que los grupos lo defiendan en el Congreso. Su objetivo es obtener mayores competencias para poder realizar una inspección exhaustiva y a pie de obra en las entidades financieras. Es lo que hacían en el pasado, pero después les cambiaron los métodos y encuentran dificultades para examinar a fondo las cuentas de los bancos, que la mayoría de las veces tienen que seguir a distancia. Pese a todo, explican que son los más eficaces a la hora de ejercer esta labor.
Los inspectores consideran que no disponen de la cobertura legal necesaria para ejercer su tarea a fondo
Algunos grupos que han recibido el borrador sospechan que detrás de esta iniciativa, además de conseguir una mejor cobertura legal para encarar las tareas de inspección, se esconde también la aspiración del cuerpo de inspectores a mejorar sus sueldos.
La reforma de la unidad de inspección va a ser, según fuentes gubernamentales, una tarea prioritaria para el nuevo ‘staff’ del Banco de España, ya que tal y como funciona ahora existe muy poco intercambio de información entre estos profesionales y trabajan con bastante opacidad, a modo de ‘murallas chinas’.
El malestar de los inspectores hace tiempo que había aflorado, pero se ha desbocado al estallar el problema de Bankia y conocerse que el Gobierno fiará a dos firmas auditoras ajenas a la institución el examen a fondo de la entidad que, necesariamente, tendrá que partir de los propios datos que suministrará el Banco de España.