El rescate, y posterior traspaso del ladrillo tóxico a la Sareb, acicalaron el balance de Bankia. Recapitalizaron la entidad, minimizaron la exposición inmobiliaria al entorno de los 2.000 millones (el 2% del total de la cartera) y realizaron una millonario saneamiento para devolver a beneficios al banco cotizado un año después. Tras este proceso, la entidad aún mantiene 8.248 millones de pérdida esperada, el 4,1% de su exposición total al riesgo (incluyendo los incumplimientos) que asciende a 199.121 millones a cierre de 2014. La entidad nacionalizada es el único banco entre los seis grandes que detalla públicamente esta magnitud.
Dos son las carteras en las que se puede registrar un mayor volumen de minusvalías a futuro. En el segmento de empresas, Bankia calcula un deterioro de 3.726 millones, lo que equivale al 9,1% de esta cartera. En hipotecas, la pérdida esperada se eleva a 2.574 millones, el 3,7%. Proporcionalmente al volumen de la cartera, el segmento promotor es donde Bankia mantiene mayores riesgos. Los 865 millones de minusvalías latentes del crédito destinado a la construcción equivale al 34,% de esta cartera que sufrió una fuerte reducción debido al traspaso a la Sareb a finales de 2012. En el resto de carteras, las magnitudes de minusvalías son las siguientes: sector público (175 millones), bancos (69 millones), consumo (101 millones), tarjetas (42 millones), microempresas y autónomos (686 millones) y renta variable (9 millones).
Estas minusvalías, que aún no se han materializado y pueden reducirse en el futuro, fueron reconocidas durante el proceso de saneamiento que efectuó BFA-Bankia en 2012, según confirman desde la entidad. "Esta pérdida esperada ya está provisionada y no tendrá ningún impacto en los resultados futuros", según se recoge en el informe anual del grupo. El grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri cerró 2012 con unas pérdidas de 19.056 millones. Ese año el grupo cargó contra resultados unas provisiones por valor de 26.845 millones de euros, lo que elevó la tasa de cobertura al 61,8% sobre los 19.800 millones de activos dudosos del grupo en 2012. Un ejercicio después, BFA-Bankia mantiene unas garantías de 11.300 millones (56,5%) sobre su cartera dañada que asciende a 20.000 millones. Estas elevadas coberturas superan la cifra de pérdida esperada por la entidad.
La entidad nacionalizada es el único banco entre los seis grandes que detalla públicamente esta magnitud
El análisis de Oliver Wyman en 2012 detectó una nivel de pérdida esperada para el grupo BFA-Bankia de 29.600 millones, en el escenario base, y de 42.700 millones, en la situación adversa. El 14,4% y el 20,9% de la cartera total, sumando los diferentes tipos de crédito y los adjudicados, respectivamente. En ambos casos, el grupo presidido por Goirigolzarri redujo esas necesidades con la aportación, en primer lugar, de 19.800 millones en provisiones que BFA-Bankia tenía constituidas a 2011. Posteriormente, ese déficit de provisiones se completó con los fondos del rescate europeo por algo más de 22.000 millones.
La entidad reconoce que, atendiendo a la distribución de activos ponderados por riesgo (APR's), el perfil de riesgos de Bankia presenta un claro predominio del riesgo de la cartera hipotecaria, seguida del crédito a empresas. Esto se debe a que en 2014 descendió un 83,5% la cartera de renta variable, dada la importancia de las participaciones en Iberdrola, NH, Mapfre y Deoleo. También disminuyó la cartera de renta fija en 6.187 millones por el vencimiento de emisiones.
En 2013, la pérdida esperada del grupo se redujo ya a los 9.677 millones, el 4% de la exposición total al riesgo (incluyendo los incumplimientos) , que a cierre de ese ejercicio estaba cifrada en 241.000 millones.
El volumen de pérdida esperada de Bankia está en consonancia con el Santander, según los datos a cierre de 2013, los últimos en los que se detalla este ratio. El banco con sede en Boadilla reconoce, en su informe de gestión del riesgo de 2013, una pérdida esperada de 9.500 millones, el 0,98% sobre el total de su cartera de 955.501 millones. Mientras, BBVA, que no tenía en cuenta los incumplimientos para hacer su ejercicio en 2013, calcula unas minusvalías a futuro de 3.283 millones, el 0,66% de la cartera sana. "La actividad bancaria en España, con una exposición del 62,5% del total, tiene un ratio de pérdida esperada sobre exposición del 0,2%; la actividad inmobiliaria representa un 1,5% de la exposición y su ratio es del 1,9%; Estados Unidos posee un peso del 9,3% y un consumo de pérdida esperada del 0,5%; Eurasia representa un 7,8% de la exposición, con un ratio del 0,6%; México tiene un peso del 13,3% y un ratio del 1,2%; y América del Sur, un peso del 8,3% y un ratio del 1,3%", explica el banco presidido por Francisco González.