BBVA ha iniciado el proceso de absorción de su filial portuguesa tras no conseguir venderla.
En un comunicado, BBVA ha explicado que este movimiento corporativo supone un "paso más en su estrategia de transformación y que una vez se haya concretado, la entidad dotará a su estructura de "mayor eficiencia y agilidad, pondrá la tecnología al servicio de las personas y mejorará su oferta de valor a los clientes en Portugal, aprovechando el rating del grupo".
BBVA operará en Portugal a través de una sucursal que dispondrá de las "mayores capacidades de gestión del Grupo" y podrá acceder con "mayor agilidad a sus plataformas y soluciones tecnológicas".
El banco tiene en Portugal un modelo de negocio focalizado en dos segmentos de gran valor: ‘premium’ (banca privada y personal), y banca de empresas y grandes corporaciones.
BBVA quiere seguir creciendo con sus clientes en el país con una mayor eficiencia en la gestión, ganando en competitividad comercial y mejorando la calidad del servicio, según expone el mismo comunicado.
Portugal sigue siendo un mercado muy importante para BBVA y, con este proceso de fusión, el banco quiere asegurar la sostenibilidad y la solidez de su negocio en Portugal.