El servicio de estudios de BBVA ha alertado de que la subida "sin precedentes" del 22,3% en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) restará hasta 3 décimas al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2019, es decir unos 3.600 millones de euros, y que esta reducción llegará a ser de 1,2 puntos (14.400 millones) en los próximos diez años.
La entidad estima que el PIB crecerá en España un 2,4% en 2019, aunque si no se implementan políticas adicionales que fomenten la productividad y compensen el impacto de la subida del SMI, el crecimiento podría bajar hasta el 2,1%-2,3%.
La subida del SMI impactará también al empleo, ya que estiman que se crearán en España "entre 75.000 y 195.000 empleos menos en el bienio 2019-2020 que en ausencia de la subida del SMI". Su escenario base contempla que el empleo suba un 2,1% en 2019, lo que situaría la tasa de paro en el 13,8% a cierre de este año y en el 12,6% en 2020.
Esta menor creación de empleos afectará "a los trabajadores más vulnerables: las mujeres, los jóvenes, los extranjeros, los menos cualificados, los contratados a tiempo parcial, los temporales y quienes trabajan en empresas de menor tamaño y poco competitivas".
A diez años vista, BBVA Research calcula que el empleo podría ser un 0,9% inferior a lo previsto si las empresas absorben el aumento salarial o un 1,6% inferior si lo trasladan a precios.
Rafael Doménech, responsable de Análisis Macroeconómico de BBVA Research, ha señalado que este retroceso se producirá a menos que mejore la productividad y, a este respecto, ha advertido de que "la productividad está estancada o incluso creciendo a tasas negativas".
"La conclusión es que los aumentos salariales y en particular los del SMI son siempre bienvenidos, pero bajo una premisa previa que es que aumente la productividad, porque sino terminan teniendo impacto negativo", ha destacado.
El déficit será del 2% con Presupuestos y del 2,3% sin ellos
El servicio de estudios de BBVA ha señalado que el déficit público, que terminará 2018 en el umbral del 2,7% del PIB, podría haber sido del 2,1% si no se hubieran aprobado medidas expansivas como la subida salarial de los funcionarios, el alza del 1,6% en las pensiones -y del 3% en las mínimas y las no contributivas- y la subida del Salario Mínimo.
Para 2019, estiman que el déficit será del 2,3% del PIB, un punto más del objetivo del 1,3% al que se ha comprometido el Gobierno, salvo que Pedro Sánchez consiga sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE), en cuyo caso el déficit se situará en el 2% del PIB, lo que supone una desviación de 24.000 millones (8.400 millones más de lo previsto).
En su opinión, el objetivo del 1,3% es "muy ambicioso", ya que depende de nuevas figuras impositivas (como la 'tasa Tobin' y la 'tasa Google') y podría verse comprometido también en el lado del gasto por las elecciones municipales y autonómicas y por el rescate de algunas autopistas.
"Los retos se centran en mejorar la eficiencia del gasto público, garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas y abordar una reforma integral de la financiación territorial. A este respecto, preocupa la fragmentación parlamentaria y, sobre todo, la falta de consenso sobre las medidas necesarias para abordar los desequilibrios y limitaciones que todavía muestra la economía española", señalan.