Tras cuatro meses de negativas por parte del sector, BBVA se convierte en la primera entidad en reconocer públicamente que el Banco de España ordenó poner fin a la alta remuneración de los depósitos, como adelantó Vozpópuli el pasado 10 de enero. Así consta en el informe que ha enviado la entidad a la SEC, el regulador bursátil norteamericano. La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) estudia, desde enero, si la posible bajada alineada de la remuneración de los depósitos puede suponer una restrcción de la competencia efectiva.
“A principios de 2013, el Banco de España aconsejó de manera informal a las entidades que no podían sobrepagar sus depósitos. Algunas filiales locales de bancos extranjeros continuaron ofreciendo extratipos”, asegura BBVA en la página 66 de su informe, cuando desmenuza para los inversores el nuevo mapa financiero que está surgiendo en España. Fuentes del Banco de España no hicieron ninguna declaración al respecto.
La investigación de Competencia se ha realizado de oficio tras las informaciones periodísticas aparecidas en su momento. Según advirtió la CNC, al abrir sus diligencias, "en caso de que se encontraran indicios de conductas anticompetitivas, en cumplimiento del artículo 49 de la ley de Defensa de la Competencia, procedería a incoar un expediente sancionador". Fuentes de Competencia explicaron entonces que la instrucción de los expedientes es de un año, a lo que habría que añadir medio año más, que es el tiempo que tiene el organismo para emitir una resolución.
"El Banco de España aconsejó informalmente, a principios de 2013, a las entidades que no podían sobrepagar sus depósitos", asegura BBVA en el informe a la SEC
El tono informal al que se refiere BBVA se explica en la ausencia de una circular por parte del regulador para limitar los extratipos. La comunicación se realizó únicamente de forma verbal. Primero se efectuó a la gran banca. Linde y Restoy convocaron, en la última quincena de diciembre pasado, a los consejeros delegados, directores financieros y, en algunos casos, los directores de banca minorista de Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Popular a una reunión en el Palacio de Cibeles para comunicarles la prohibición. El anuncio al resto de entidades se efectuó vía telefónica.
Todas las entidades españolas comenzaron a rebajar los niveles de remuneración de los depósitos hasta los nuevos límites marcados por el Banco de España. Una disminución que, desde el sector, se defendió con vehemencia que tuvo carácter unilateral.
“El Banco de España ha transmitido su preocupación por las cuentas de resultados y el impacto de la alta remuneración de los depósitos, pero no ha establecido ni obligado a la banca en el tema del pasivo a nada”, aseguró Alfredo Sáenz, consejero delegado del Santander, durante la presentación de los resultados anuales del Grupo, el pasado enero. En esta misma línea, el presidente de la entidad Emilio Botín argumentó que Santader y Banesto habían decidido aplicar tipos de interés “mucho más realistas” pese que “no existen normas” sobre esta cuestión.
Todas las entidades españolas han rebajado por debajo de los límites impuestos por el supervisor las remuneraciones del pasivo, no así algunas filiales de bancos extranjeros
La imposición de Cibeles indica que los bancos no pueden superar el 15% de su pasivo con extratipos. Según los nuevos límites marcados por el Banco de España, las entidades no podrán pagar más del 1,75% a depósitos a un año, del 2,25% en productos a dos años y del 2,75% a tres años. Además, la limitación de la rentabilidad que se puede ofrecer se extiende más allá de los depósitos y llega hasta productos también de bajo riesgo como pagarés, bonos o cuentas.
La entidad que sobrepase estos límites será severamente castigada. De hecho, aquellas entidades que comercialicen más del 15% de sus depósitos por encima de los nuevos tipos anunciados tendrán una penalización del 0,75% en forma de capital de máxima calidad de la EBA (Autoridad Bancaria Europea), una exigencia mucho mayor del concepto de capital principal que aplica el Banco de España. El castigo podría llegar hasta el 1,25% de nuevo capital si el volumen de depósitos que superen la remuneración permitida va más allá del 20% de toda la cartera comercializada.