Los bancos que operan en España pidieron en octubre al Banco Central Europeo (BCE) 366.934 millones de euros, un 8,2% menos que el mes anterior, lo que representa la segunda caída desde junio de 2011, aunque cuadruplican lo solicitado un año antes, según los datos publicados este miércoles por el Banco de España.
Las peticiones netas de los bancos españoles al BCE -la diferencia entre las peticiones de financiación y los depósitos-, alcanzaron 341.601 millones de euros, por debajo de los 378.176 de septiembre, debido a que la banca española ha aumentado sus depósitos en el organismo europeo hasta 25.333 millones de euros, el 16% más que un mes antes.
Tras alcanzar en agosto la cifra récord de 411.654 millones de euros, las peticiones de la banca española al BCE se han reducido, al igual que las del conjunto de entidades del eurosistema. En octubre, las solicitudes de la banca europea al BCE alcanzaron 1,15 billones de euros, ligeramente por debajo de los 1,19 billones de agosto. De esta cantidad, las peticiones españolas representan un 31,8%, una proporción ligeramente inferior a lo solicitado en septiembre, que suponía el 33,4%. Aún así, las peticiones de la banca española al organismo europeo superan con mucho -lo triplican- su peso real en el sistema financiero europeo.
En concreto, las entidades españolas representan el 10% del total de la banca europea, en función de sus activos y de sus pasivos, según indican las estadísticas del balance agregado de las instituciones financieras monetarias de la zona del euro, excluidos los bancos centrales.
Durante el verano de 2010 las peticiones de las entidades financieras españolas se dispararon hasta alcanzar un máximo de 131.891 millones de euros en julio. A partir de entonces, y hasta mediados de 2011, la tendencia fue moderadamente bajista, de modo que en abril las peticiones alcanzaron un mínimo anual mensual de 42.227.
Sin embargo, a mediados del año pasado las crecientes dificultades de la banca española para acceder al crédito por la desconfianza de los mercados hacia la economía española y los problemas de los países periféricos del euro se han dejado notar en la dependencia de la banca española frente al BCE.
Según indican los analistas, el nuevo programa de compra ilimitada de deuda soberana de los países de la zona del euro con dificultades, Transacciones Monetarias Abiertas (Outright Monetary Transactions-OMT por sus siglas en inglés) ha comenzado a apaciguar a los mercados y a facilitar las condiciones de financiación del sector.