El proveedor estadounidense de servicios de pago American Express cerró el segundo trimestre de 2020 con un beneficio neto de 238 millones de dólares (204 millones de euros), lo que equivale a una caída del 86% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior, según las cuentas trimestrales publicadas este viernes por la compañía.
Entre abril y junio, American Express facturó 7.675 millones de dólares (6.594 millones de euros), un 29% menos. De esa cifra, los ingresos por comisiones se situaron en 5.791 millones de dólares (4.976 millones de euros), un 34% menos, al tiempo que los procedentes de los intereses se redujeron un 18%, hasta 2.426 millones de dólares (2.084 millones de euros).
Entre abril y junio, la empresa provisionó 1.555 millones de dólares (1.336 millones de euros) para hacer frente a posibles impagos. En el primer trimestre, los fondos dedicados a este concepto fueron 2.621 millones de dólares (2.252 millones de euros).
Los gastos de marketing y desarrollo de negocio se situaron en 1.362 millones de dólares (1.170 millones de euros), un 23% menos. De su lado, las recompensas para usuarios de sus tarjetas se redujeron un 49%, hasta 1.349 millones de dólares (1.159 millones de euros), al tiempo que el coste de los empleados se mantuvo prácticamente estable y también fue de 1.349 millones de dólares.
El coste de los servicios profesionales contratados se contrajo un 21%, hasta 406 millones de dólares (349 millones de euros), mientras que la partida de equipos y alquileres se elevó un 9%, hasta 565 millones de dólares (485 millones de euros).
En el conjunto de los seis primeros meses del año, el beneficio neto atribuido de American Express cayó un 82%, hasta 571 millones de dólares (491 millones de euros). La facturación hasta junio fue de 17.985 millones de dólares (15.452 millones de euros), un 15% menos.