El Black Friday lo inunda todo estos días. Una guerra comercial que se libra sobre diferentes terrenos de batalla y uno de ellos es el de los operadores de telefónica móvil. Quizá la compañía más agresiva -por el momento- ha sido el operador Adamo.
Por 1 euro al mes -solo durante cuatro meses- el cliente puede tener, fijo, tarifa de Internet y móvil con 50GB de datos. Pasado ese tiempo, se abonarán 44 euros mensuales. La oferta estará disponible hasta el próximo 30 de noviembre. El usuario que se acoja a la promoción estará sujeto a una permanencia de un año. Adamo ofrece otros planes alternativos por un euro: fibra de 1Gbps, fijo y móvil con llamadas y datos ilimitados, además de otro también con 1Gbps de fibra, fijo y móvil con 120 GB de datos ilimitados. En el primer caso el cliente ahorra 236 euros al año y en el segundo 268 respecto al coste mensual de la tarifa -si se suma el acomulado de todo el año-.
Vodafone tiene otra estrategia para este Black Friday. En su caso ofrece descuentos para toda la vida mientras se mantenga la tarifa contratada en la oferta. Se trata de dos planes con 5 euros de rebaja: el de la de fibra de 600 Mbps con fijo (llamadas ilimitadas) por 26 euros al mes y el de 1 Gbps con fijo (llamadas ilimitadas) por 36 euros al mes. Habitualmente estos planes cuestan 31 y 41 euros al mes respectivamente. la fecha tope para contratarlas es el 4 de diciembre.
Consejos para comprar sin sorpresas en Black Friday
Ojo, algunas ofertas pueden tener letra pequeña. Lo más importante en el caso de los operadores es que comrpuebes si las propuestas comerciales con un precio en extremo reducido tienen un largo periodo de permanencia. Algunas compañías utilizan el reclamo del precio para 'esposar' al usuario durante largos periodo de tiempo. Y marcharse implicará casi con toda seguridad el pago de una penalización que hará que se esfume la oferta incial. No nos saldrá a cuenta.
Cuidado también con las estafas. El Black Friday es uno de los periodos preferidos por los ciberdelincuentes para realizar estafas. lo habitual es que lo hagan a través de técnicas de phishing o suplantación de identidad. Replican al detalle sitios de confianza: tiendas online, bancos, etcétera, para engañar al usuario y robarle claves bancarias y datos personales.