Ana Botín ha puesto a la venta los hoteles de Globalia para cobrar la gran deuda de los Hidalgo. Los aún dueños de la aerolínea Air Europa han ordenado a Banco Santander que se desprenda de Be Live por unos 600 millones de euros para cumplir con sus obligaciones financieras.
La entidad ha exigido a los dueños de Globalia el repago de la deuda personal de la fmailia, que supera los 200 millones de euros.
Los Hidalgo, informa 'El Confidencial', han decidido entonces encargar al banco la venta inmediata de su cadena de hoteles, así como de otras importantes pertenencias inmobiliarias.
Banco Santander ya habría distribuido el cuaderno de venta de Be Live, el negocio hotelero de la familia Hidalgo. La familia intentó primero colocar dicho negocio a Barceló, después a Blue Bay Hotel y, más tarde, a un fondo estadounidense, todos esos intentos sin éxito.
La pandemia de la covid-19 provocó unas pérdidas en Globalia de casi 400 millones de euros en 2020 y una cifra algo menor en 2021, lo que ha impedido repartir dividendos a la familia Hidalgo, varios de ellos accionistas del 'holding'.
De esta manera, el grupo se ha quedado con un agujero patrimonial de más de 700 millones de euros que tendrá que resolver.
La compañía espera recibir pronto las ofertas no vinculantes, para hacer una selección de los interesados y poder cerrar la transacción, como tarde, en el mes de septiembre.
La situación es de tal magnitud que ha ordenado a Santander que coordine la venta de Be Live, que inlcuye 14 hoteles en propiedad y un número similar con contratos en gestión, entre otros activos.
Con esta venta, los Hidalgo pretenden obtener entre 600 y 700 millones pero fuentes señalan al digital que la valoración se aproxima más a los 500 millones de euros.
Globalia espera ofertas por la cadena de hoteles
Así, la compañía espera recibir pronto las ofertas no vinculantes, para hacer una selección de los interesados y poder cerrar la transacción, como tarde, en el mes de septiembre.
Entonces, la familia deberá encarar la recapitalización de Air Europa, ya que el 1 de julio vence la moratoria dada por el Gobierno para que las compañías afectadas por la covid no tuvieran que declarar el concurso de acreedores. Desde esa fecha, las empresas disponen de dos meses para anlizar los números.