La Comisión Europea ha publicado sus previsiones de primavera, que dibujan un panorama peor para España que el que plantea el Gobierno. Más déficit, más deuda, más paro y menos crecimiento. Y además, admiten la amenaza que supone la incertidumbre política para el crecimiento.
En concreto, Bruselas explica que el riesgo que supone las medidas de ajuste que requiere el desvío de déficit del año 2015 debe sumarse al peligro de una revisión a la baja de las previsiones de crecimiento provocada, principalmente, por la incertidumbre que rodea a la formación de nuevo gobierno en España.
Y es que la convocatoria de nuevas elecciones para el 26 de junio deja en el aire la puesta en marcha de nuevos ajustes para reducir el déficit, aunque el Gobierno ha aprobado ya un acuerdo de no disponibilidad de gasto por valor de 2.000 millones que afecta a los ministerios más inversores y ha obligado a las comunidades a hacer un ajuste similar.
Con estas medidas, tal y como sostiene el Gobierno, el déficit puede acabar el año en el 3,6% y caer hasta el 2,9% en 2017 por la propia evolución del ciclo económico, aunque estas previsiones no convencen a Bruselas, al menos de momento.