La guerra no es como hace años. Del soldado de infantería se pasó al caballo. Del caballo al tanque. Del tanque al avión. La tecnología ha sido pieza clave en la evolución de los ejércitos, y no lo es menos en la actualidad.
El ejército español, entre otros, entrena a parte de sus tropas con videojuegos. Es el caso de Steal Beasts (Bestias de Acero en castellano), un shooter -videojuego en primera persona- similar a Call of Duty o el controvertido Gran Theft Auto, pero diseñado para un uso profesional.
La ventaja es que se puede lograr una operativa muy real sin que por ello las tropas sufran daños reales. Se puede entrenar la parte táctica, que no la física, sin que nadie resulte herido ni se invierta demasiado dinero. "En sus inicios Steal Beasts era un videojuego para el usuario de a pie, pero ejércitos de muchos países comenzaron a utilizarlo para entrenar a sus tropas y se creó una versión profesional, con todas las cadenas de mando", explican desde Escribano Mechanical & Engineering, empresa española de sistemas mecanizados que también desarrolla software y videojuegos para el entrenamiento militar.
La ventaja es que se puede lograr una operativa muy real sin que por ello las tropas sufran daños reales. Se puede entrenar la parte táctica, que no la física, sin que nadie resulte herido ni se invierta demasiado dinero
Steal Beast permite al soldado asumir cualquier rol existente dentro de la cadena de mando militar: tirador, enfermero, cabo, sargento, operador de tanque... Esto hace que sea sumamente versátil y ofrece múltiples posibilidades de entrenamiento. Una unidad real puede hacer pruebas en un teatro de operaciones idéntico al que se va a encontrar.
Integrar el videojuego en un blindado
La empresa española Escribano Mechanical & Engineering desarrolla desde 1987 piezas y sistemas mecanizados. Una parte de su trabajo se exporta a Ministerios de Defensa y ejércitos de todo el mundo. De hecho, un 90% de su negocio está fuera de su España, tanto en entidades públicas como privadas.
Al principio estaban centrados en suministrar piezas de alta calidad para diferente tipo de maquinaria. Paulatinamente empezaron a ofrecer productos más complejos.
Es el caso de Guardian 2.0, un sistema de arma remota que se monta encima de vehículos blindados y que permite al operario utilizarlo protegido dentro del vehículo. ¿Recuerdan la película Black Hawk Derrivado? ¿Recuerdan los tiradores que manejan metralletas sobre la superficie de tanquetas semiblindadas? Pues la película está basada en hechos reales. El 3 y el 4 de octubre fuerzas de los Estados Unidos se enfrentaron en pleno corazón de Mogadiscio (Somalia) a fuerzas del clan de Mohammed Farrah Adid. Diecinueve soldados norteamericanos fallecieron frente a los aproximadamente 400 somalíes -milicianos y civiles- que perdieron la vida a manos de los norteamericanos.
Somos capaces de generar el mismo movimiento que provocan las olas, el viento y las corrientes, utilizando datos climatológicos. Esto nos permite recrear el cabeceo que estas condiciones provocan en la torreta de entrenamiento de un buque"
Algunos de los norteamericanos que causaron baja eran los operadores que protegían desde los 12 vehículos que conformaban el convoy. Obligados a disparar con medio cuerpo fuera, eran muy vulnerables.
Escribano ofrece un tipo de torreta que se maneja de forma remota, desde dentro del vehículo, pero tiene una particularidad. El mismo blindado al que protege cuenta con un sistema de videojuego para entrenar.
"El videojuego no está fuera del vehículo. Está dentro, se utiliza con los mismos mandos reales de la tanqueta. Esto es muy importante porque recrea las condiciones con mucho realismo y se ahorra mucho dinero en munición. El soldado sólo tiene que meter la llave y girar en un sentido o en otro. En uno arranca el vehículo en modo real y en el otro en modo entrenamiento. Todo se mueve como si fueran condiciones de combate. El cañón, la torreta, el retroceso de cada disparo. Se tienen también en cuenta las condiciones de viento y el movimiento de los objetivos que neutralizar para que todo sea como en la vida real", explican desde Escribano.
Aunque los objetivos y escenarios que no son reales, el equipo de programación de Escribano pretende siempre conseguir que lo parezcan virtualmente.
"Nuestros escenarios se diferencian de otros en que los trabajamos el nivel de detalle al máximo. Ahora estamos trabajando en una torreta de entrenamiento para la artillería de buques de guerra y somos capaces de generar el mismo movimiento que provocan las olas en alta mar, el viento y las corrientes, utilizando datos climatológicos y la Escala Douglas que clasifica los diferentes tipos de olas. Esto nos permite, incluso, recrear el cabeceo que estas condiciones provocan en la torreta", concluyen.
Escribano tiene más de 200 trabajadores y ha duplicado plantilla desde 2013. Su facturación supera los 50 millones de euros al año y trabajan tanto con empresas públicas como privadas.