La deuda pública, según los datos que publicó el Banco de España el pasado miércoles, se sitúa en 1,535 billones de euros, es decir, 1.535.000.000.000 euros. Una cifra que no ha parado de crecer por el aumento de gasto constante por parte del Estado: en enero de 2021, la deuda ya se situaba en 1,358 billones y desde entonces no ha parado de aumentar.
Estas cifras son mareantes, pero puestas en contexto es fácil entender la enorme deuda que tiene España y que cada día crece más. En estos momentos, cada ciudadano español, independientemente de su edad, debería pagar 32.245 euros para poder pagar la deuda. Cuando Sánchez llegó al poder, esta se situaba 1.223 billones de euros, lo que equivalía, 'por cabeza', a 25.692 euros. Esto implica que desde que el actual inquilino de la Moncloa se sentó en la silla, cada español debe 6.553 euros más.
Si nos fijamos en las personas que están en edad de trabajar -alrededor de 38 millones de españoles-, la deuda que recae sobre cada uno de ellos asciende a 40.404 euros por cabeza. Hace cuatro años, en 2019, cada español 'empleable' -personas entre 18 y 65 años-, hubiese tenido que pagar 32.193 euros para finiquitar la deuda española. Por tanto, la deuda ha aumentado en 8.211 euros 'per cápita'.
El drama es aún mayor si nos fijamos en la gente empleada de España. El último informe sobre población activa indicó que en nuestro país trabajan 20.500.000 personas, lo que significa que a cada trabajador le correspondería pagar 75.061 euros para dejar la deuda del país a cero. Esta cifra ha crecido en 15.000 euros desde que Sánchez gobierna, ya que en 2019, la deuda por persona trabajadora era de 59.821 euros.
El salario medio en España se sitúa en 28.360 euros anuales, de modo que cada trabajador tardaría, dedicando su sueldo bruto de manera íntegra, 2,7 años de trabajo en poder pagar la deuda que en estos momentos posee España. Hace cuatro años, hubiese sido necesario 2,1 años para poder cumplir el mismo objetivo.
Por realizar otra comparativa, los españoles tienen ahorrados, según los últimos datos, un total de 2,7 billones de euros. Para poder pagar la deuda, sería necesario invertir más de la mitad del dinero que los ciudadanos en su conjunto tienen guardados o invertidos en depósitos.
Por tanto, estas monstruosas cifras, en el fondo, afectan al endeudamiento 'per cápita' de los ciudadanos del país. Además, la tendencia es que esta cifra aumente, de modo que estas cifras pueden crecer todavía más en el medio año que queda de legislatura. Porque el nuevo dato es un 1% superior al de febrero y un 5,6% superior al de marzo del año pasado, según el avance publicado por el Banco de España, tal y como ya publicó Vozpópuli.
En el desglose, la deuda de la Seguridad Social se mantuvo relativamente estable, situándose en los 106.000 millones, un 7% más que un año antes. Respecto a las administraciones territoriales, la deuda de las Comunidades Autónomas creció hasta los 322.000 millones en marzo de 2023, con una variación interanual del 4%, mientras que la deuda de las Corporaciones Locales se situó en 23.000 millones en este mes, lo que supone un 2,7% más que el saldo registrado en marzo de 2022.
De ahí la obsesión del Gobierno de Sánchez por subir -o mantener- impuestos: no hacerlo implica acelerar todavía más el crecimiento de la deuda. Aunque también es cierto que electoralmente le ha importado poco: en las últimas semanas ha anunciado más de 11.000 millones de euros en promesas como bonificar el interrail o fomentar la vivienda.