El precio de los minerales clave en la fabricación de baterías ha sufrido una caída importante en los últimos meses, que anticipa un abaratamiento del componente más costoso de los vehículos eléctricos. Esta caída obedece en gran medida a unas expectativas de demanda incumplidas en China y a un exceso de oferta de materias primas.
El litio ha sido el mineral que más se ha devaluado, más de un 80% de caída desde que tocó techo en el último ciclo alcista, entre 2022 y 2023. Por su parte, el cobalto ha sufrido un descenso del 65% y el níquel del 60 %.
Alentadas por las perspectivas de grandes beneficios y por las previsiones de implantación del vehículo eléctrico, que está resultando algo más lenta de lo esperado, las grandes empresas del sector de la minería programaron un ritmo de producción que ha resultado estar por encima del avance de la demanda.
El mercado espera que el exceso de oferta dure varios años, antes de regresar al equilibrio en la segunda mitad de la década. Y es que el excedente global de litio va a ser este año de unas 150 kilotoneladas, lo que representa el 11% de la demanda total, y de 336 kilotoneladas en 2025, según la estimación de Goldman Sachs, que también anticipa un exceso del 7% de cobalto y un 6% de níquel.
Los precios del carbonato de litio, uno de los componentes esenciales en las baterías, se sitúa en torno a unos 11.000 dólares por tonelada, tras haber superado los 70.000 dólares a principios del año pasado.
Durante la espiral alcista, señala a Efe Adam Webb, analista de la consultora especializada Benchmark Mineral Intelligence, incluso la producción de baja calidad y alto coste producía beneficios significativos, mientras la industria afrontaba "precios insostenibles".
Ajustes del mercado
El mercado se ha ajustado ahora en niveles más normales según Webb, que recalca que "los menores precios de la materia prima conducirán eventualmente a costos más bajos de las celdas de batería". Ese movimiento, agrega, puede repercutir finalmente en el precio de los vehículos eléctricos para los consumidores, lo que impulsaría a su vez la demanda.
El valor de las baterías de ion litio cayó un 14% en 2023 frente al año anterior, desde 161 dólares/kWh hasta 139 dólares, según datos de BloombergNEF, que atribuye ya ese descenso a las materias primas, en lugar de a la evolución tecnológica, que había sido hasta ahora el principal factor para una caída en el precio.
Existe, al mismo tiempo, cierta "desconexión" entre el mercado de minerales, la cadena de fabricación y los consumidores finales, advierte por su parte William Roberts, analista de automoción en la firma Rho Motion.
Los fabricantes deben dar salida a sus existencias previas antes de bajar los precios. En muchos casos, además, los contratos de suministro de minerales están sujetos a contratos a largo plazo, por lo que algunas empresas se encuentran "cautivas" en niveles de precios elevados, subraya Roberts.
El mercado de vehículos eléctricos continúa al alza tanto en Europa, como en Estados Unidos y China, aunque avanza a un ritmo algo menor de lo que los fabricantes anticipaban en los últimos años.
Las ventas globales de eléctricos crecerán un 23% este año, comparado con un 36% en 2023, según las estimaciones de la firma de análisis Fastmarkets, mientras que Goldman Sachs también ha rebajado sus previsiones de crecimiento de demanda mundial de baterías para este año, desde el 35% inicial a un 29%.
Una ralentización que achaca a las dudas sobre la rentabilidad del vehículo eléctrico entre los fabricantes estadounidenses y la rebaja de subsidios en algunos mercados europeos como el alemán.