Cajamar estudia realizar un expediente de regulación de empleo (ERE) si finalmente le termina por salpicar el impuesto a la banca, según ha podido saber Vozpópuli por fuentes financieras. Dentro de la entidad presidida por Eduardo Baamonde existe cierto temor de que se vuelva a producir un nuevo recorte de plantilla. Cabe destacar que la entidad es de las pocas que no ha realizado despidos en esta última oleada. El último ERE data de 2015.
El banco no lo tiene decidido, pues aún queda por ver en qué quedará el impuesto, que se definirá en la última semana de agosto o en la primera de septiembre. La idea del Ejecutivo es que ese nuevo gravamen sea abonado por todas las entidades cuyos intereses y comisiones brutas cobradas a los clientes superaran los 800 millones en 2019, lo que aplicaría a cerca de una decena de bancos españoles, entre ellos Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Unicaja Banco y Bankinter.
Además de esas seis entidades se incluirían, al menos, otras tres más pequeñas, entre las que se encuentra el propio Grupo Cajamar, Kutxabank y también Abanca. El plan es gravar con un tipo del 4,8% los ingresos por el negocio tradicional y por las comisiones netas. Pero las entidades echarán el resto para tratar de frenar el impuesto por inconstitucional. Trabajan a nivel sectorial para que algún partido político, como PP o Vox, presenten un recurso ante el Tribunal Constitucional o en su defecto suavicen la proposición de ley durante la tramitación parlamentaria, como publicó Vozpópuli.
El nuevo impuesto ha irritado a los bancos sobre todo por el impacto en la reputación y en un momento en el que preparaban una campaña para proteger su imagen ante el encarecimiento de los hipotecas. Los banqueros están soliviantados con el Gobierno, aunque en público se opta por evitar el enfrentamiento directo.
"Si protestan Ana Botín y José Ignacio Sánchez Galán, entonces vamos en la buena dirección", dijo Sánchez tras las advertencias de los bancos sobre el impacto en el crédito, la inversión y el crecimiento económico. "No entendemos esta beligerancia", aseguraba con resignación en privado un ejecutivo bancario tras las declaraciones del presidente del Gobierno.
Resultados de Cajamar
Grupo Cajamar obtuvo un beneficio neto consolidado de 50,1 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone el 12,3% menos respecto al mismo periodo del año anterior. El banco presidido por Baamonde justificó el descenso del beneficio por "el refuerzo realizado en provisiones y saneamiento de activos adjudicados y otros activos financieros por importe de 238 millones de euros".
La tasa de morosidad se situaba a cierre de junio en el 2,97%, 1,2 puntos porcentuales por debajo del mismo periodo del año anterior, al mismo tiempo que la tasa de cobertura de la morosidad se elevaba al 74,5%, según ha comunicado Cajamar.
La entidad ha señalado que la calidad de los activos ha mejorado con la disminución del activo irregular, que refleja un descenso de 359 millones en los activos dudosos, un 24,3% menos respecto al mismo periodo del año anterior, y de los activos adjudicados netos en 364 millones de euros, un 34,8% inferior al registrado el segundo trimestre de 2021.
El margen bruto se situó en 593 millones de euros hasta junio, gracias al impulso de las comisiones, que aumentaron el 23,4% respecto a junio de 2021 debido, fundamentalmente, a las operaciones de desintermediación -seguros, fondos de inversión, planes de pensiones y consumo-, que se incrementaron un 30,9%.