Konecta, la mayor empresa del sector de atención telefónica en España, con una plantilla de unas 15.000 personas, afronta la oposición total de los sindicatos al ERTE que ultima presentar aludiendo a motivos de fuerza mayor.
"Lo hemos denunciado a la policía, en algunos centros no se han cumplido las medidas de seguridad y ahora quieren aprovechar las ayudas del Gobierno para presentar un ERTE", dicen en CCOO. En el sindicato CGT, la oposición a las medidas anunciadas es aun más radical, de acuerdo a fuentes sindicales y de la compañía.
Konecta, que hasta el pasado año pertenecía a Santander y a la firma de capital riesgo PAI Partners, -cuando fue adquirida por el fondo británico Intermediate Capital Group (ICG) y el equipo gestor-, tiene entre sus principales clientes a la Comunidad de Madrid y al grupo presidido por Ana Botín.
La empresa se encarga, entre otros muchos cometidos, de atender en estos momentos las llamadas de atención por coronavirus a los madrileños y también en Galicia, recibiendo 200.000 consultas telefónicas en los últimos ocho días, la mayoría en Madrid.
"Estas personas que atienden estas llamadas también son héroes", afirman desde Konecta, que descartan que el ERTE previsto pueda afectar a la atención a las consultas por coronavirus. tampoco afectará al servicio que la empresa da a otras empresas públicas así como compañías energéticas y financieras.
Konecta firmó el pasado año una nueva financiación por importe de 380 millones de euros
CCOO "solicita que se rechace la petición de la empresa, teniendo en cuenta que la actividad de la misma no está incluida como actividad restrictiva en el Real Decreto por el cual el Gobierno declaraba el Estado de Alerta". Además, el sindicato denuncia que la compañía "está imponiendo vacaciones a determinados agentes mientras se tramita el ERTE, una medida completamente ilegal".
"Hemos llamado a la policía para denunciar las situaciones de trabajo en los centros de Sevilla, Madrid y Barclona, en Sevilla cerraron de noche y volvieron a abrir al día siguiente", aseguran fuentes de CCOO consultadas por este diario. "En un mismo edificio no había geles desinfectantes ni distancias entre los trabajadores, y estos llevaban los mismos cascos de atención telefónica, se los van pasando de uno a otro según terminan sus turnos", denuncian.
Desde la compañía sostienen que se está realizando un "esfuerzo impresionante" por mantener el empleo, teniendo siempre como prioridad la seguridad de sus trabajadores. "Esta semana hemos enviado a teletrabajar a 7.000 personas, estamos imponiendo la máxima protección de los empleados", dicen fuentes del grupo con las que ha contactado este diario.
La compañía cuenta con 23 centros en España y en 2018 ingresó 308 millones y ganó 9,19 millones de euros
"Hemos recibido la visita de las autoridades a nuestros centros y en muchos casos nos han felicitado por las medidas adoptadas", señalan. "Todo lo que podamos hacer por mantener el empleo lo vamos a hacer", insisten. "El ERTE es una medida temporal, protege el empleo", subrayan.
De acuerdo a fuentes sindicales y de la empresa, hasta el momento 37 empleados de Konecta han resultado contagiados por coronavirus y 144 se han dado de baja por exposición.
Más de 300 millones de euros en España
El grupo Konecta en España cuenta con 23 centros de atención telefónica. De acuerdo a las últimas cuentas depositadas en Registro Mercantil por Konecta BPO, una de las principales sociedades del grupo, del ejercicio 2018, ese año la empresa ingresó 308 millones de euros y ganó 9,19 millones repartiendo 11,8 millones en dividendos.
Con la venta de Konecta al fondo británico IGC el pasado año, la compañía canceló la financiación sindicada con la que contaba hasta entonces sustituyéndola por nueva financiación por importe de 380 millones de euros.
A nivel global, el grupo Konecta controlado por ICG tiene una facturación anual de 834 millones de euros, de acuerdo a fuentes de la compañía.