El Banco de España funciona, desde este martes, con una gobernadora provisional: Margarita Delgado. Es una situación "anómala" que mantiene expectante al Banco Central Europeo (BCE), no tanto por la situación de interinidad como por la ausencia de motivos que justifiquen ese vacío de poder.
El mandato de Pablo Hernández de Cos expiró hoy a las 0.00 horas. En las próximas semanas le sustituirá en el puesto la subgobernadora, por la decisión del Gobierno de posponer el nombramiento de un nuevo gobernador. Aunque ha sido el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, quien se ha responsabilizado de la prórroga, esa determinación corresponde en última instancia al propio presidente, Pedro Sánchez.
La misión provisional de Margarita Delgado también tiene fecha de caducidad, ya que su propio puesto de subgobernadora expira el próximo 10 de septiembre, sin posibilidad de renovación. El Gobierno tiene, por tanto, tres meses para decidir quién ocupa el trono de una institución fundamental en la estructura del Estado.
Durante ese periodo, España se quedará sin capacidad de voto en el Banco Central Europeo. Delgado tendrá que representar al Estado en tres reuniones. La más importante se celebrará el próximo 18 de junio, cuando se encontrarán los miembros del Consejo de Gobierno por última vez antes del parón veraniego. En esa cita, el BCE decidirá si mantiene o baja de nuevo los tipos de interés.
La interinidad en el Banco de España no preocupa en el seno de la institución. Por dos razones. Fuentes próximas al BCE aseguran que hay plena confianza en la "solvencia reconocida" de Delgado, una 'vieja conocida' en los despachos de Fráncfort. No en vano, estuvo a punto de hacerse con el puesto de jefa de supervisión el pasado año; una elección no que no cuajó finalmente, porque el Gobierno priorizó el 'fichaje' de Nadia Calviño en el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Por otro lado, las mismas fuentes recuerdan que en la cúpula del BCE -encabezada por la presidenta, Christine Lagarde y el vicepresidente, Luis de Guindos- las decisiones se toman generalmente por consenso. Casi nunca es necesario recurrir al voto, de ahí que los intereses españoles no vayan a verse perjudicados por el puesto vacante de gobernador.
Candidatos a gobernador
Lo que inquieta, sin embargo, en las altas esferas de Fráncfort son las causas que rodean al aplazamiento de la designación. De entrada, hay un hecho incontestable: Pablo Hernández de Cos ha dejado el nivel muy alto, por su independencia de los poderes político y financiero, por su influencia ganada a pulso en el Consejo de Gobierno del BCE y por la excelente reputación acumulada tanto en España como en las instituciones europeas.
Son conscientes de ello en Fráncfort. Fuentes financieras, no obstante, recuerdan que el Ejecutivo tiene a su alcance perfiles muy reputados para asumir el encargo. Algunos de ellos han salido en las quinielas de favoritos. Son ejemplos claros Fernando Restoy (presidente del Instituto de Estabilidad Financiera), José Manuel Campa (presidente de la Autoridad Bancaria Europea) y Óscar Arce (director general de Economía del BCE).
La existencia de esos perfiles es la que lleva a algunos altos funcionarios del BCE a preguntarse por qué el Gobierno está aplazando el nombramiento. "La situación, desde luego, no es normal", afirman fuentes próximas a banco. La prórroga en sí misma está sirviendo para alentar las sospechas. Tanto en el BCE como en el sector financiero español hay quien teme que el aplazamiento de la sucesión hasta después de las elecciones europeas puede obedecer a la tentación de Moncloa de elegir a un gobernador más político. Ese escenario dejaría fuera de las quinielas a Arce, Campa o Restoy, en favor de candidatos como José Luis Escrivá.
El actual ministro de Transformación Digital y de la Función Pública conoce bien el Banco de España (fue subdirector del Departamento de Estudios Monetarios y Financieros y jefe de la Unidad de Investigación Monetaria). Pero su perfil está marcado, evidentemente, por su carrera política (forma parte del gabinete de Sánchez desde enero de 2020). Como avanzó Vozpópuli, Cuerpo le descartó en una primera 'lista' de candidatos, pero fue el propio presidente quien le rescató de nuevo como posible aspirante.
Hay otro elemento que contribuye a tensar esa calma que se respira, por ahora, en el BCE: el riesgo de que Moncloa utilice la renovación de los cargos de gobernador y subgobernador para chantajear al PP. Encima de la mesa sigue pendiente la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pero también otros nombramientos en instituciones como RTVE. Por ahora, Moncloa no ha hecho ningún amago de contactar con el equipo de Alberto Núñez Feijóo; una actitud que Génova achaca al nulo talante negociador de Sánchez y a las dudas sobre lo que ocurriría el 9-N en las urnas.
"Inercia" positiva dentro del Banco de España
El vacío de poder, de momento, tampoco está generando excesiva incertidumbre dentro del propio Banco de España. Fuentes internas recuerdan que es "una institución muy grande y con mucha inercia", lo que garantiza la operativa a corto y medio plazo. El hecho de que Delgado sea, además, la gobernadora interina refuerza la sensación de relativa 'normalidad' para la plantilla.
Sí hay expectación, y lo admiten las mismas fuentes, por conocer quién llevará el timón en los próximos seis años. Hernández de Cos deja una huella demasiado grande, por su buen hacer y porque era un hombre 'de la casa'. Si algo ha conseguido el recién cesado gobernador es recuperar la reputación del Banco de España, golpeada por la crisis del ladrillo.
También ha logrado decir con argumentos al Gobierno algunas verdades incómodas en materia económica. Hasta el punto de que en el mundo empresarial había quien ironizaba con su papel de 'oposición' al Gobierno, ante la falta de medios y de empuje del PP, un partido infrarepresentado actualmente en la institución. Los 'populares' pueden quedarse, además, sin nombrar si quiera al nuevo subgobernador en septiembre, en el caso de que Sánchez decida saltarse la regla no escrita mediante la que el Ejecutivo y la oposición se reparten los dos puestos clave de Banco de España.