Ultimátum a la CEOE. La ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, anunciaba este lunes que el Gobierno prepara una "consulta formal" para la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), a la que hasta ahora la CEOE se niega. Se trata de la última oportunidad que el Ejecutivo da a los empresarios para cambiar de posición antes de comenzar a negociar tanto los ERTE como la reforma laboral, ambos encuentros previstos para esta misma semana.
Así, Calviño aseguró que el Gobierno quiere realizar "en breve" una "consulta formal" a los agentes sociales con el objetivo de aprobar la subida del SMI. Dicho anuncio de consulta llega una semana después de que las reuniones oficiales con sindicatos y patronal se dieran por terminadas sin acuerdo. Por un lado, los sindicatos insistían en que la subida sugerida, fijada en 15 euros para 2021, estaba bastante por debajo de su demanda, cercana a los 25; por otro, la CEOE se mantuvo firme en la defensa de que "no es el momento" de aumentar el salario mínimo.
Sin embargo, en los últimos días, y tras el cierre de las conversaciones, los representantes de los trabajadores han mostrado una postura más flexible, explicando que estarían dispuestos a aceptar una subida menor si, por otro lado, el Ejecutivo pacta la de 2022 y 2023. Un cambio de posición que no ha llevado a cabo la patronal, que sigue abanderando el 'no' por respuesta y se niega a negociar la cuantía de la subida.
La CEOE, ante dos negociaciones cruciales
Por eso, la mirada del Gobierno, en general, y de Calviño, en concreto, se dirige ahora a la CEOE, con el objetivo de aprobar la subida del SMI "en sintonía" con los agentes sociales, aunque no necesita su apoyo directo. No obstante, el acercamiento -o no- que protagonicen en el aumento del salario mínimo marcará el inicio de dos negociaciones muy relevantes para los empresarios: la prórroga de los ERTE y la reforma laboral.
El miércoles se retoman las negociaciones de la reforma laboral, con la postura de la patronal contraria a realizar cambios en ámbitos como la limitación de la contratación temporal que propone el Ejecutivo, por lo que la posición de inicio "va a ser importante para ver hacia dónde puede ir el acuerdo", comentan fuentes conocedoras del encuentro. Por otra parte, el diálogo social también tomará asiento el jueves para tratar de pactar la prórroga de los ERTE y decidir si se amplían como hasta ahora o se incluyen cambios, también para los sectores afectados.
La ampliación de estos expedientes "es esencial" para sectores como la hostelería, que, tras el verano, volverá a ver caer con fuerza su demanda sobre todo en las zonas costeras y las más vinculadas al turismo. A cierre de agosto, permanecían en ERTE 272.190 personas, 59.296 menos que a finales de julio, situándose en el punto más bajo desde que comenzó la pandemia. Cabe recordar que, en el punto más alto de 2020, a este mecanismo estuvieron acogidos 3,6 millones de trabajadores.
Díaz se retira de la disputa
La subida del SMI tendrá lugar tras la disputa entre Calviño y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por el momento en el que hay que subirlo. Si Díaz defendía que el aumento tenía que entrar en vigor desde el 1 de septiembre, Calviño ha insistido en sus comparecencias en que tendrá lugar para el ultimo trimestre del año, de octubre a diciembre.
Este lunes, la ministra de Trabajo dejaba claro que se retiraba del tira y afloja: "La decisión final no está en esta parte de la coalición (en referencia a Unidas Podemos) sino ahora mismo en la parte mayoritaria del Gobierno".