El proceso de "desconexión" de Cataluña de España vuelve a calentar motores a espaldas del Tribunal Constitucional y el bloque secesionista que lo lidera empieza a desgranar las medidas más urgentes para sustentar el proyecto independentista.
Una de las preocupaciones más importantes de los líderes secesionistas pasa por sentar las bases para que Cataluña pueda contar con un sistema eléctrico propio y autosuficiente frente al resto del Estado español. Desde la retaguardia se empieza a pergeñar el plan (teórico por ahora) para proceder a la expropiación de los tres reactores nucleares, propiedad de Endesa e Iberdrola, existentes en Cataluña. Vandellós II, Ascó I y Ascó II, todos ellos en Tarragona, son esenciales para garantizar la independencia energética de esta comunidad autónoma.
El 55% de la energía eléctrica que se consume en Cataluña es de procedencia nuclear, de forma que desde el punto de vista estratégico es esencial para un futuro gobierno independiente controlar estos valiosos activos de generación eléctrica. Endesa e Iberdrola son los propietarios de los tres reactores nucleares, pero es el Estado central el que gestiona las concesiones y licencias de explotación.
Cataluña es de las regiones de Europa con mayor dependencia energética del exterior (75%) y más de la mitad de la electricidad que consume es de origen nuclear
Si las tres nucleares catalanas fueran desconectadas del sistema eléctrico español, algo impensable e imposible, el riesgo de garantía del suministro eléctrico en toda España sería muy alto. Cataluña necesita, eso sí, controlar esas centrales y la expropiación sería la opción más plausible, señalan los expertos, pero sin desconexión.
Pero el futuro país catalán no sólo podría 'vivir' de la generación nuclear. Necesitaría 'tirar' de las plantas térmicas de carbón y ciclo combinado (gas), contando además con que el desarrollo de las energías renovables (incluimos aquí la energía hidráulica) en la zona es bajo.
También estaría en el plan de los secesionistas revisar su relación con Red Eléctrica, la empresa controlada por el Estado central, que se encarga del transporte y distribución de alta tensión.
Otro de los problemas que subyace en caso de que se expropien las tres plantas es qué haría Cataluña con los residuos nucleares, que ahora se almacenan esencialmente en Francia y en El Cabril. ¿Qué acuerdo firmaría Cataluña con Madrid para que los residuos de sus centrales puedan acabar finalmente en el cementerio nuclear (ATC) que se construirá en Villar de Cañas (Cuenca)?
Como país independiente tendría que contar con acuerdos de interconexión con España y Francia para no quedarse a oscuras y pagar por almacenar sus residuos nucleares
Cataluña también tendría que establecer acuerdos de interconexión con el resto e España, a través de REE, y tendría que promover un pacto con el Gobierno francés de forma directa para poder importar energía del país vecino. Esta última opción, en caso de independencia, sería más viable si el Govern canaliza su interconexión con Francia a través de los acuerdos que ya tiene España.
De hecho, las principales líneas de interconexión entre España y Francia pasan por Cataluña. La por ahora comunidad autónoma es de las regiones de Europa con más dependencia energética del exterior, dado que el 75% de la energía que consume es importada, lo que la hace muy vulnerable al proceso de ruptura con España, y por extensión, con la Unión Europea.