La banca no sólo ha ganado el pulso a Luis de Guindos, con la vuelta de las ayudas al comprador de las entidades nacionalizadas, sino que quedará totalmente cubierta ante las amenazas que tanto Catalunya Caixa y Novagalicia puedan seguir manteniendo en su balance. La venta de las dos entidades supondrá una factura mínima de 7.000 millones para los dos compradores de las dos entidades en fase de resolución. Alrededor de 4.000 millones por Catalunya Caixa, como adelantó este medio hace dos semanas, y otros 3.000 millones por la entidad que preside José María Castellano, según fuentes del sector.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) está dispuesto a proteger a los compradores no sólo con un esquema de protección de activos (EPA) para una cartera determinada de activos sino que prevé ayudas para otro tipo de activos que puedan generar al comprador una aportación de fondos extra. Así, el FROB concenderá una compensación a los nuevos dueños por los créditos fiscales de las nacionalizadas, se les cubrirá de las posibles multas por la ruptura de los acuerdos de bancaseguros (Aviva reclama a Novagalicia 430 millones por esta cuestión) o el incremento de la tasa de mora.
"Claramente se contempla la posibilidad de conceder un EPA", aseguran fuentes del FROB. Una concesión de Economía ante la banca, apenas tres meses después de empecinarse en subastar la entidad catalana sin ningún tipo de ayuda. Aquella decisión dejó desierta la venta de Catalunya Caixa por la que Guindos pretendía conseguir 1.000 millones. Apenas una entidad, el Popular, estuvo dispuesto a pagar, aunque su oferta distó bastante de la cifra que pretendía Economía, entre los cuatro finalistas.
Las subastas sólo se iniciarán si Economía sabe que ambas entidades pueden venderse. El BdE decidirá la idoneidad del posible comprador
Los procesos de venta de ambas entidades únicamente comenzarán cuando el FROB tenga asegurado de que existe interés real en el sector por comprar ambas entidades. "No habrá otra subasta que quede desierta", reiteran estas fuentes del organismo que dirige Antonio Carrascosa. Antes de finales de la próxima semana, el FROB elegirá a los dos bancos de inversión que lideren estos procesos. En un primer momento, cada uno de estos bancos de inversión, que cobrarán 700.000 euros por esta primera fase, analizarán la situación financiera de las nacionalizadas y, en paralelo, comenzarán a sondear y negociar con los posibles compradores. En caso de que, finalmente, exista interés real en el sector por adquirir estas entidades, se pondrán en venta. Si se concreta la venta, cada uno de estos dos bancos de inversión percibirán otros 300.000 euros como prima.
El FROB asegura que existe "mucho más interés" por Novagalicia que por Catalunya Caixa. De hecho, este organismo confía en haber podido colocar privatizar la entidad entre septiembre y octubre póximos. Sin embargo, los interesados en adquirir la entidad gallega, actualmente mayoritariamente fondos internacionales como Guggenheim Partners, deben pasar el filtro del Banco de España, quien decidirá qué entidad es idónea para ser el nuevo dueño de las nacionalizadas.
"Es complicado que el Banco de España permita que un fondo internacional se haga con una entidad española", aseguran fuentes del sector. Otras fuentes aseguran que alguno de estos fondos estaría dispuesto a pagar por quedarse con Novagalicia. De confirmarse esta opción, tanto José María Castellano como César González Bueno, presidente y consejero delegado de Novagalicia, mantendrían dirigiendo la entidad.
La decisión de Economía de poner ahora en el mercado estas dos entidades obedece a las conclusiones del informe elaborado por McKenzie sobre qué hacer con las entidades participadas por el FROB. "A la luz del deterioro que están sufriendo Catalunya Caixa y Novagalicia por la mala situación económica general, además del castigo reputacional por el tema de las preferentes, se ha decidido venderlas", explican fuentes del FROB.
El FROB reitera la confianza en Goirigolzarri y Egea, gestores de Bankia y BMN, respectivamente, y asegura que no hay fecha para vender ambos bancos
Esta decisión se ha tomado una vez que este organismo ha desechado otras alternativas como la integración entre las entidades nacionalizadas, la creación de un hólding público o la creación de una unidad de resolución (banco puente) a la que se hubieran transferido los activos de peor calidad y otros core, mientra se procedía a la venta de la parte sana. La primera medida no se llevó a efecto porque la fusión hubiera creado una entidad de un gran tamaño, todo lo contrario de lo exigido por el MOU, que obliga a reducir el balance de las nacionalizadas de forma sensible. "La segunda opción se descartó por el mismo motivo", explican desde el FROB. La última vía planteaba dificultades de financiación y de gestión.
En situación opuesta a Novagalicia y Catalunya Caixa se encuentran Bankia y BMN. Los gestores de ambas entidades cuentan con el apoyo del FROB, que no tiene ningún tipo de prisa por vender su participación. "No hay una fecha concreta para la desinversión de la parte pública", admiten fuentes del organismo que depende de Economía. "Ambas entidades están bien conducidas y no tienen problemas significativos", confirman estas fuentes.