Las bolsas llevaban una subida desde mediados de octubre hasta enero, apoyadas en la esperanza que las subidas de tipos se detuvieran pronto o incluso se invirtiera dicha política restrictiva este año. Pero febrero frenó ese optimismo, pero no mucho porque hay algunos índices que siguen marcando rentabilidades de doble dígito. Esas dudas aunado al fuerte rally de enero generaron cierta cautela entre los inversores españoles, lo que explica que los flujos positivos de febrero fueran más de 800 millones menores a los de enero (3.689 millones en enero vs 2.867 millones de febrero).
No obstante, los fondos de inversión siguen aportando esa diversificación tan necesaria en momentos donde hay nubes que no dejan ver con claridad el paisaje, y por ello siguieron las entradas netas ya acumulan 6.600 millones de euros en estos dos primeros meses del año.
La variación en el patrimonio de la industria de este mes de febrero se debió completamente a las suscripciones netas ya que el mercado restó, sin embargo, el volumen de activos de la industria española de fondos ya acaricia los 320.000 millones de euros, un crecimiento del 4,4% respecto al cierre de 2022.
El débil desempeño de los mercados en febrero hace que la mayoría del crecimiento del patrimonio sea resultado de las suscripciones netas del mes, especialmente para la categoría de renta fija donde el crecimiento del patrimonio en febrero fue de 2.516 millones de euros cuando las suscripciones netas fueron de 2.874 millones de euros. A esta categoría se suman los garantizados, la gestión pasiva y los monetarios.
Categorías con mayor variación mensual
Entre las categorías con mayor variación mensual en patrimonio destacan por el lado negativo los fondos de retorno absoluto, que en febrero registran una caída en patrimonio de -356 millones de euros cuando en enero fue de +35 millones, siendo los únicos que presentan variación negativa, debido en buena parte de las salidas netas del mes.
Particularmente llamativas las salidas netas en los fondos de renta variable internacional, que acumulan 671 millones de euros, seguidas por los globales, con 473 millones de reembolsos, retorno absoluto con 365 millones y renta fija mixta con 308 millones.
También los globales, que pasaron de una variación en enero cercana a los +1.400 millones de euros a una caída en patrimonio de -708 millones en febrero, y salidas que acumulan 473 millones en estos dos meses.
Cabe hacer hincapié en los fondos monetarios, cuyas suscripciones netas en febrero son 246% superiores a las de enero, y refuerza el comentario de la incertidumbre que está generando inflación que no parece dar tregua y que ha hecho que la mayoría de estrategas y analistas modifiquen su visión respecto a un recorte de tipos por parte de la Fed a finales de este año, postergándolo para el 2024. Ante unas rentabilidades atractivas en instrumentos con alta liquidez como son letras del tesoro (con tantos titulares últimamente), los inversores han optado por poner a trabajar su liquidez en productos de corto plazo, líquidos y en cierta forma de bajo riesgo, y que mejor que hacerlo vía fondos, como decía nuestra nota ¿Invertir en Letras del Tesoro? Lo puede hacer también vía fondos de inversión.
Mención aparte merecen los fondos de renta variable nacional, en la que a pesar del buen tono del mercado y que ha hecho del Ibex sea uno de los índices de mejor desempeño en lo que va del año, haya sido aprovechada por los inversores para deshacer posiciones por segundo mes consecutivo, llevando a las salidas netas a unos 84 millones de euros.
La cautela imperará en esta primera mitad del año o hasta que se muestren datos de una inflación subyacente bajo control, cosa que hasta ahora no se está viendo, ni en este lado del Atlántico ni del otro. Incluso ha habido países emergentes, como México, que inició antes la escalada de tipos de interés y que recientemente se vio obligado a volver a subir tipos. Y si eso pasa en los emergentes que no decir de los desarrollados cuyos bancos centrales que empezaron más tarde y no precisamente con el pulso firme (en especial el BCE).
Basta ver algunos otros indicadores de confianza, que habían mostrado un cierto optimismo desde noviembre, como del índice Sentix, pero que en febrero rompe esa tendencia mostrando un momento de incertidumbre, con una inflación que parece convertirse en un problema más estructural.