Menos operaciones pero mucho más rentables. Así fue para la red de concesionarios españoles el pasado ejercicio 2022, un año que cerró con una rentabilidad media del 2,24%, según los datos de Snap-on Business Solutions, frente al 1,40% del cierre del año anterior. En un contexto marcado por la escasez de vehículos, los problemas en el transporte y la incertidumbre generada por el conflicto de Ucrania, las redes de distribución de nuestro país han conseguido una cifra que no se veía desde los años anteriores a la crisis financiera de 2008.
La facturación total de los concesionarios ha crecido un 7,9% respecto al año 2021, lo cual unido a la rentabilidad de las áreas de Ventas, que creció un 31,4%, y Posventa, que lo hizo un 16,5%, ha permitido llegar a esa cifra del 2,24%. Pese a ello, el 16% de los concesionarios estaba en pérdidas al cierre del ejercicio, una cifra que mejora el 37% del arranque del año. Los gastos generales han aumentado un 8,7%, algo lógico en un contexto inflacionario como el que estamos viviendo.
Por áreas, la contribución a la facturación y al resultado ha estado dominada por el área de vehículos nuevos (63% y 39%, respectivamente), mientras que el vehículo de ocasión aporta el 19% en ambas facetas. La posventa consolida su posición con buenas cifras: el taller supone el 5% de la facturación y el 12% del resultado, mientras que los recambios suman casi el 12% de la facturación y el 29% del resultado.
A pesar de que el último trimestre de 2022 estuvo marcado por el estancamiento en los resultados, la profesionalidad de las redes de distribución y su adaptabilidad a entornos cambiantes han sido claves para conseguir estas rentabilidades, sin olvidar que eso mismo será fundamental para enfrentarse a los desafíos que presenta 2023.
En un año en el que parecía que todo estaba en contra (poca disponibilidad de vehículos, problemas de transporte, guerra de Ucrania, etc.) los concesionarios españoles han sabido rentabilizar cada venta, tanto de nuevos como de ocasión, lo cual unido al buen comportamiento de la posventa ha posibilitado cerrar el ejercicio con una rentabilidad inédita en casi 15 años.
El buen cierre del ejercicio 2022 no hace olvidar al sector que 2023 vuelve a ser un año lleno de retos en el que, pese a que la escalada de costes parece haberse frenado, lleva diez meses de continuas caídas de ventas.
Afianzar el empleo
Un buen año 2022 en lo que a rentabilidad se refiere que ha permitido también afianzar el empleo, que cerró el ejercicio con casi 154.000 puestos de trabajo frente a las algo más de 152.000 de 2021. Un crecimiento basado sobre todo en esos buenos datos de rentabilidad con una plantilla marcada por los nuevos perfiles profesionales vinculados sobre todo a procesos digitales, al impulso de nuevas áreas de negocios y al buen momento de la posventa.
En cualquier caso, la patronal Faconauto vincula el mantenimiento de empleo a que se recupere el umbral del millón de vehículos comercializados en nuestro país, y ha recordado que en los últimos cinco años los concesionarios perdieron más de 8.000 puestos de trabajo debido al recorte de puntos de venta derivado de la concentración que está experimentando el sector.
Y es que la red oficial quedó establecida el año pasado en 2.011 concesionarios, continuando la pérdida de efectivos en las redes, que en los últimos diez años ha supuesto el cierre de 700 concesionarios.
Preocupa también los efectos negativos que puede generar la entrada en vigor de la polémica normativa europea de emisiones Euro 7, “que nos puede dejar en la irrelevancia como país productor y también puede llevarse por delante buena parte del tejido empresarial que representa la distribución de vehículos” según señala Gerardo Pérez, presidente de Faconauto.
