Asturias, Andalucía y Baleares han conseguido finalmente librarse del ajuste de 2.000 millones que exige el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, a las comunidades autónomas para recortar el déficit público y cumplir con las exigencias de Bruselas, que el pasado mes de marzo remitió una recomendación autónoma a España por el desvío de 2015.
El desfase, que superó todas las previsiones y expectativas, podría suponer una multa para España, pero el Gobierno ha decidido poner en marcha toda su artillería para intentar evitarlo. Como primera medida, activó las medidas coercitivas de la Ley de Estabilidad para obligar a las comunidades autónomas, con gran culpa del desvío del año pasado, a tomar medidas para reconducir sus cuentas.
Estas medidas se concretaron en el envío de 12 cartas a las incumplidoras (Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid y Murcia) en las que Hacienda reclamaba acuerdos de no disponibilidad de gasto para asegurarse que todos los recursos extra del año 2016 –del sistema de financiación y del ahorro de intereses—se destinaban a ajustar el déficit.
Pocos días después, el Gobierno anunció que también el Estado haría un recorte similar para dar ejemplo y el pasado viernes aprobó en Consejo de Ministros un acuerdo de no disponibilidad por valor de 2.000 millones repartido entre todos los ministerios. Economía, Fomento e Industria, los tres ministerios inversores, resultaron los grandes perjudicados.
Más margen para reducir el déficit
En paralelo al envío de las cartas, España empezó a negociar con Bruselas otro año extra para salir del procedimiento de déficit excesivo y dejar el déficit por debajo del 3%. Tras obtener el visto bueno extraoficial del comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, el Gobierno optó por plantear una senda más suave que deja el saldo de las cuentas en el 3,6% este año, el en 2,9% en 2017, el 2,2% en 2018 y el 1,6% en 2019.
¿Y qué ha hecho con el nuevo margen para 2016? Repartirlo entre las comunidades y la Seguridad Social, las dos administraciones que se desviaron en 2015. En concreto, el Gobierno ha dado cuatro décimas más de déficit a las comunidades, permitiéndolas acabar el año con un saldo negativo del 0,7% frente al 0,3% previsto inicialmente.
Montoro ha analizado la situación individual de cada comunidad teniendo en cuenta el nuevo objetivo de déficit
Durante estas semanas, Montoro ha utilizado este nuevo margen para negociar con las comunidades en privado y suavizar la tensión que quedó patente en la penúltima reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). Y ha tratado de forma individual la situación de cada comunidad, puesto que el nuevo margen de déficit las coloca en posiciones diferentes al momento en el que recibieron las cartas.
Tras estas reuniones y un nuevo CPFF para fijar la nueva senda de estabilidad para los próximos años, las comunidades contestaron a las misivas del ministro, algunas cuantificando el ajuste que tendrán que hacer para llegar al 0,7% y otras explicando a Montoro las razones que les permiten no aprobar estos acuerdos de no disponibilidad.
Hacienda acepta que no ajusten el gasto
Asturias, Andalucía y Baleares, como ya había adelantado Vozpópuli, están en este último grupo y se han librado de los ajustes tras recibir el visto bueno del Ministerio Hacienda, que ha aceptado que los Presupuestos habían presentado para 2016 permitirán a estar tres regiones dejar sus saldos en el 0,7%, según ha podido saber este periódico.
Estas tres comunidades se unen así a Canarias, Galicia y País Vasco, las tres cumplidoras de 2015 que no habían recibido la carta de Montoro. Está por ver si alguna otra región recibe el indulto de Hacienda, aunque solo tres estarían cerca de conseguirlo: Cantabria, Castilla y León y Madrid, que, según sus cuentas y planes de ajuste, acabarán 2016 con déficits del 0,8% y 0,9%.
Las que seguro que no se libran serán Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia. Estas regiones registraron fuertes desvíos en 2015 y presentaron cuentas que les dejaban en 2016 con desfases superiores al 1%, lo que les obliga inevitablemente a ajustar sus gastos y cumplir con las exigencias del ministro.