El desembarco de los fabricantes chinos en Europa no llega sólo por la avalancha de nuevos modelos eléctricos que, con sus políticas de precios, están ganando con rapidez cuota de mercado, sino que incluye la construcción de fábricas en suelo europeo para lograr una mayor eficiencia aun de costes.
Y una de ellas es BYD, unas de las principales automovilísticas chinas que desde hace unos meses ya se sabía su intención de construir su primera fábrica europea, aunque quedaba por conocerse el país escogido, entre los que se incluía España.
Pero finalmente, BYD instalará su primera planta de producción en Europa en la ciudad Szeged, al sur de Hungría, donde creará miles de puestos de trabajo, según ha anunciado el Gobierno húngaro y el ayuntamiento de la ciudad. Una decisión que no supone excluir a España, pues la intención es la construcción de más de una fábrica para abastecer a los mercados europeos.
"BYD, considerado como el mayor fabricante de automóviles eléctricos del mundo, construirá su primera planta europea en Szeged, que será una de las inversiones más importantes de la historia económica de Hungría", explicó el ministro de Exteriores Péter Szijjártó en un comunicado.
El ministro no dio detalles sobre el monto de las inversiones que BYD realizará en relación con la planta y adelantó que el Gobierno apoyará el proyecto con una suma que se hará pública solo después de la aprobación por parte de la Comisión Europea.
El alcalde de Szeged, el opositor László Botka, por su parte informó a través de Facebook que BYD construirá la planta en el parque industrial situado en las afueras de la ciudad y que abastecerá todo el mercado europeo desde la ciudad.
La empresa china, competidora a nivel internacional de grandes marcas como Tesla, lleva en lo que va de año ya más de seis millones de vehículos construidos, y su nueva fábrica será la sexta de automóviles que se instala en Hungría, después de las alemanas Mercedes, Audi, BMW, Opel y la japonesa Suzuki.
España, candidata a una segunda fábrica
Una decisión la de instalar la fábrica europea en Hungría que no cierra la puerta a una posible planta en suelo español, pues el director general de BYD Iberia, Jordi Cuesta, ha asegurado que habrá "más de una" planta y que España es "un candidato importante para las inversiones en fabricación, ya sea en una primera ronda o en las siguientes".
Cuesta señala que España "siempre ha sido uno de los mejores" clústeres de automoción y que en la transformación actual, con los programas Perte, están ayudando a que otros fabricantes "estén apostando muy fuerte en electrificación" y en España como clúster de automoción.
"España juega sus cartas y muy bien con el Perte", ha asegurado Cuesta. "De manera egoísta y por la parte que me toca, yo estaría encantado de que nos cayera aquí, al lado de casa".
Una joven marca en España que, tras la reciente presentación del modelo Seal, Cuesta aseguró que eran los únicos en llegar al mercado español con cinco modelos 100% eléctricos en su primer año, y que "estaba muy contento" de haber completado la primera fase de vida de la compañía en España para "dar más pasos" de cara al próximo año.
Esta primera fase, como explica el directivo, ha consistido en poner en marcha una red comercial, con 11 concesionarios oficiales en la actualidad que espera alcancen los 20 el próximo año, así como difundir el mensaje de la compañía y explicar quién son.
"Somos conscientes que somos desconocidos para España y nos esforzamos muchos en dar a conocer que somos el número uno en fabricación de coches enchufables", ha destacado Cuesta. Por ello, para el próximo año ha asegurado que están valorando tanto nuevos modelos como versiones de los ya existentes, por lo que espera un 2024 "muy intenso".
Además, los objetivos del próximo año para BYD pasan por "seguir consolidando" las estructuras comerciales de venta y posventa para asegurar que los clientes "estén completamente satisfechos con nosotros", así como cubrir más zonas como el área norte de España, donde todavía no tienen representación con concesionario.